La consellera insular de Sanidad y Bienestar Social, Mercedes Prats, afirmó ayer en el pleno del Consell de Ibiza que «no es prudente» que cuando abra el nuevo hospital Can Misses se ofrezcan servicios de nueva creación como el tratamiento de radioterapia para enfermos oncológicos. «Es importante, y así lo indican los técnicos, esperar a que haya un rodaje de las nuevas infraestructuras y una convivencia entre los distintos servicios. Y después, una vez haya pasado todo esto, prever la puesta en marcha del nuevo servicio de la radioterapia», explicó durante el pleno.

Con este argumento, el equipo de gobierno tumbó la propuesta presentada por el grupo PSOE-Pacte para que el Consell instase al Govern «a activar el servicio de radioterapia y el resto de nuevas especialidades previstas desde el momento en que se abra el nuevo hospital». En la misma moción, la oposición reclamaba que se acelere la finalización de las obras, «el inicio inmediato de los trámites para la redacción y ejecución del proyecto de reconversión del actual edificio del hospital en un centro sociosanitario, así como la recuperación de la inversión del nuevo centro de Atención Primaria de Can Misses y la apertura inmediata del centro de salud de Sant Josep.

La consellera Mercedes Prats presentó un texto alternativo para lograr un acuerdo unánime en los siguientes términos: «El Consell apoya al Govern en las actuaciones destinadas a hacer cumplir los plazos acordados con la empresa concesionaria para la finalización de las obras del nuevo hospital Can Misses y para la puesta en marcha del nuevo centro de salud de Sant Josep en fecha prevista». Además, la propuesta del PP proponía instar a la Comunitat Autònoma a «concluir el estudio técnico referente a la radioterapia lo más rápido posible así como los otros estudios referentes a nuevas especialidades para llevar a cabo su dotación y puesta en marcha». Y por último: «Crear un nuevo centro sociosanitario en el actual hospital Can Misses y mantener la inversión para un nuevo centro de Atención Primaria cuando la disponibilidad presupuestaria lo permita».

La consellera de PSOE-Pacte Patricia Abascal advirtió de que la propuesta del equipo de gobierno era inasumible porque, aparte de no poner fecha al inicio del servicio de la radioterapia «en contra de lo acordado por los dos grupos la pasada legislatura», condicionaba la reconversión del hospital actual en un centro sociosanitario y la apertura de un nuevo centro de salud «a la disponibilidad económica». Abascal subrayó que «nunca va a haber disponibilidad económica», por lo que instó a la consellera Prats a «no hacer caso a los mallorquines y sí a lo que piden los ciudadanos de la isla». «Sería triste que no votaran a favor de nuestra propuesta, cuando siempre hemos ido juntos en este tema. Eso me supuso la pasada legislatura broncas monumentales con el entonces conseller balear de Salud [Vicenç Thomàs]», recalcó. De hecho, Mercedes Prats recordó que la pasada legislatura, cuando se presentó el proyecto del nuevo hospital, solo se había «señalado un pequeño espacio en los planos para la radioterapia» y que con las modificaciones que se han incorporado ahora se prevé para este servicio «un espacio real de 500 metros cuadrados con el búnker».

Abascal subrayó que actualmente la radioterapia «urge más que nada», puesto que hay enfermos que se deben desplazar a Mallorca y que no cobran desde hace «ocho o nueve meses» el coste de los billetes de avión. «Algunos ya han adelantado entre 2.000 y 3.000 euros», recalcó. También indicó que tanto el PP como PSOE-Pacte llevaban en su programa electoral el compromiso de poner en marcha la radioterapia en el momento en que abriera el nuevo complejo hospitalario. No obstante, según pudo comprobar este diario, el programa del PP solo se comprometía a «la creación y dotación de la unidad de radioterapia en el nuevo hospital», sin concretar más.

Finalmente, el equipo de gobierno mantuvo firme su posición y, al no aceptar la oposición su propuesta alternativa, optó por votar en contra de la moción de PSOE-Pacte. «Acaban de decir que no a una propuesta real, seria, con muy buena intención. Me hubiera gustado salir aquí con un acuerdo conjunto», lamentó Mercedes Prats, que concluyó su intervención de la siguiente manera: «Queremos radioterapia y centro de salud nuevo, pero que lo podamos pagar y mantener». La consellera del PP criticó al anterior Govern por el sobrecoste de más de 270 millones de euros en la construcción del hospital de Son Espases, en Palma. «Me hubiera encantado no haber entrado en el juego político de lo que ha hecho uno u otro, sobre todo cuando se trata de una cuestión tan básica para los ciudadanos. Esperaba una actitud más seria por su parte», le reprochó Prats a Abascal.

Por otro lado, PP y PSOE-Pacte sí fueron capaces de consensuar un acuerdo en Educación para pedir al Govern que la potenciación de la enseñanza en inglés no vaya en detrimento de «las dos lenguas oficiales de la Comunitat» y a que continúe trabajando en la ampliación de la Escuela Oficial de Idiomas.

Cáritas se queda con 32 cabras confiscadas

El pleno del Consell de Ibiza aprobó ayer por unanimidad donar a Cáritas 32 de las 40 cabras confiscadas en una finca de Santa Gertrudis. La institución se quedó los animales como paso previo al inicio de un expediente sancionador por una presunta infracción grave de la ley del cuidado de animales. Según el Consell, el propietario incumplía las obligaciones que exige la normativa de protección animal. «Las cabras sufrieron lesiones permanentes, deformaciones y defectos graves, incluso la muerte», asegura la institución. El titular de la explotación no había hecho caso de los requerimientos que habían efectuado los técnicos del Consell. Los inspectores hallaron falta de comida y agua y cabras en mal estado, aparte de cadáveres en descomposición. La institución apunta también que tras la muerte de los animales no se avisaba al veterinario para conocer las causas. Las cabras confiscadas se trasladaron al centro de Can Dog. Ahora se han donado a Cáritas, que había mostrado interés en ellas. El director de Cáritas en las Pitiusas, Joan Marí, explicó ayer a este diario que las cabras se venderán a un pastor que cuenta con una autorización para llevar a cabo la limpieza de los bosques con el sistema tradicional del pastoreo.