­Vicent Guasch Tur, alcalde de Santa Eulària entre 1979 y 2007, falleció en la madrugada de ayer en Barcelona. Se había retirado de la política tras siete mandatos, fue sucedido en el cargo por Vicent Marí y estaba siendo sometido a tratamiento médico.

Guasch, de Can Ros (actual Museu Etnogràfic), en el Puig de Missa, se inició en política en 1970 cuando aceptó ejercer como juez de paz de su municipio, cargo que desempeñó durante nueve años. Se presentó como candidato independiente a la alcaldía de su pueblo en las primeras elecciones democráticas y unos años más tarde se afilió a Alianza Popular (ahora Partido Popular). Ganó aquellos primeros comicios y todos los demás a los que se presentó, siempre por mayoría absoluta. Fue además presidente del PP de Santa Eulària durante casi dos décadas y vocal de la Federación Española de Municipios y Provincias, aunque nunca quiso aceptar ningún compromiso que lo alejara de su localidad. «No aspiraba más que a ser alcalde de mi municipio, era lo único para lo que pensaba que servía», confesó en la última entrevista concedida a Diario de Ibiza tras anunciar su marcha de la institución.

Empresario turístico y peñista

«Hemos transformado el municipio. Los equipos que he tenido han trabajado intensamente y nos podemos haber equivocado en algo, pero siempre hemos tenido como meta el bien del pueblo», aseguró en el balance de sus años de gestión. Las instalaciones deportivas en todos los núcleos urbanos de Santa Eulària, la construcción del paseo marítimo y del Palacio de Congresos, por el que apostó personalmente frente a quienes creían que esta infraestructura debía ubicarse en Vila, fueron algunos de sus logros. También puso gran empeño en la recuperación y mantenimiento de las costumbres populares, fue jugador de la Peña Deportiva, el equipo de fútbol de su localidad, y directivo del Club Colombófilo de Santa Eulària. Profesionalmente se dedicó a la hostelería y puso en marcha algunos de los primeros negocios turísticos de la localidad: el hotel Riomar y los Apartamentos Ros.

En sus últimos años como alcalde se vio implicado en algunos procesos judiciales vinculados a denuncias de carácter urbanístico por lo que lamentó públicamente la judicialización de la política. Se mostraba orgulloso de su trayectoria, aunque muchas veces afirmó que le hubiera gustado dejar el Ayuntamiento tres legislaturas antes. Llegó incluso a anunciar oficialmente su retirada para volver a encabezar las listas después a petición de su partido, que se negaba a dejar marchar a una figura que era sinónimo de victoria electoral. Finalmente, Guasch designó como su sucesor en el cargo a Vicent Marí, interventor del Ayuntamiento durante 14 años, que tras ganar dos comicios consecutivos es el actual alcalde de la localidad.

Marí considera a Guasch «un segundo padre». «Para mí era una gran persona y ha sido un magnífico alcalde. Durante 28 años ha estado al servicio del municipio y le ha dedicado los mejores años de su vida. Era una persona muy recta y trabajadora y un ejemplo de lo que tiene que ser un político», señaló el actual alcalde. «Aprendí mucho de él y es una gran pérdida. Santa Eulària le debe mucho, él marcó unas directrices y siempre apostó por un turismo tranquilo y familiar. Ese es uno de sus grandes haberes, además de toda la transformación que sufrió el municipio durante los años que él estuvo al frente», destacó.

Vicent Guasch tuvo dos hijos y cuatro nietos. Su hijo Diego siguió sus pasos en política y fue conseller insular de Transporte entre 2003 y 2007.

«No teníamos ni un palmo de terreno en ninguna parroquia, aparte de las escuelas viejas construidas en 1933. Ahora todas tienen campos de fútbol, polideportivos, colegios nuevos?» relataba Guasch sobre la transformación de la Villa del Río durante sus sucesivos mandatos. «Casi todo lo que habíamos propuesto lo hemos logrado», concluía orgulloso, pero advertía a sus sucesores: «El pueblo siempre pide, y con razón. Si las arcas municipales pueden soportarlo, debes darle todos los servicios». Guasch fue un hombre de carácter que mantuvo sin embargo buena relación con sus adversarios políticos, que le respetaban. Aseguraba que un alcalde «tiene que acostumbrarse a tratar a toda la gente por igual, tanto si comulga con sus ideas como si no». «Y si puedes hacer un favor a tu contrario, házselo, que no tienes nada que perder», aconsejaba.

Con Juan Navarro, histórico militante del PSOE y concejal en la oposición durante tres de sus mandatos, mantuvo una buena amistad. «Discutíamos en el Pleno, porque cada uno defendía lo suyo, pero jamás hubo una mala palabra. Había una relación cordial y bastante confianza», aseguró ayer Navarro, muy apenado. «A pesar de la distancia política que había entre nosotros, guardo muy buen recuerdo. Siempre se preocupó por el pueblo y fue respetuoso», señaló el exedil.

«Serio, formal y con palabra»

Igualmente compungido se mostró el expresidente del Consell Insular, Antoni Marí Calbet, que fue informado del fallecimiento por el actual presidente de su partido, Vicent Serra. «Era un gran amigo y fue un gran alcalde de Santa Eulària, una persona seria y responsable que hizo una gran labor. Entre nosotros siempre hubo un entendimiento perfecto y he sentido mucho su muerte. Le tenía un gran cariño, fue un político ejemplar», afirmó Marí Calbet.

Antoni Ferrer Cirer fue teniente de alcalde de Vicent Guasch durante 12 años, pero su amistad era anterior. «Fuimos amigos desde muy jóvenes, de toda la vida, jugábamos juntos al fútbol en la Peña Deportiva y en el Ayuntamiento le ayudé en todo lo posible. Era muy formal y siempre mantenía su palabra. Se rodeó de buenos colaboradores y le gustaba mucho su trabajo», recordó Ferrer.

El Consistorio expresó ayer su pésame a la familia y ofreció el Salón de Plenos municipal para instalar la capilla ardiente del que fuera presidente de la Corporación. La familia agradeció este ofrecimiento, pero anunció que se celebrará un acto de carácter más íntimo. Al cierre de esta edición todavía se desconocía la fecha y la hora del velatorio y el funeral.