­A pesar del viento y de la amenaza de lluvia, el mercadillo de productos locales de Forada, que se montó este sábado por primera vez de forma experimental, resultó un éxito y terminó con una satisfacción general de los participantes. Los organizadores pretenden darle continuidad y que se celebre en el mismo lugar todos los sábados, pero para ello, deberá contar con la autorización del Ayuntamiento de Sant Antoni.

Esta primera edición estaba prevista inicialmente para el sábado anterior, pero se aplazó por motivos meteorológicos. Este sábado las condiciones tampoco eran muy favorables, debido a las frecuentes rachas de viento y que llovió a primera hora de la mañana. No obstante, los organizadores estaban entusiasmados con la iniciativa y decidieron seguir adelante y aprovechar esta energía.

Se habían contratado 26 puestos de artesanos, frutas y verduras ecológicas y otros alimentos elaborados (vino, aceite, miel, mermeladas, confituras y otros). Las mesas se protegían con toldos cedidos por el Ayuntamiento. Pero al principio de la jornada el viento jugó una mala pasada y empezó a zarandear los toldos y tirar los productos a un suelo embarrado por la lluvia.

En consecuencia, varios de los vendedores decidieron abandonar el mercado, mientras que los demás retiraron los toldos, al considerar que más que proteger, estaban estorbando. La presencia permanente de público desde primera hora les animó a continuar y una veintena de vendedores permanecieron en sus puestos hasta agotar el horario previsto, a las cuatro de la tarde.

Jornada con buen ambiente

Para Joan Ribas, de Can Tixedó, propietario del terreno, la jornada culminó satisfactoriamente, tanto por las ventas que se produjeron, como por el «buen ambiente» que se creó durante toda la jornada. Ribas se mostró dispuesto a mantener la iniciativa y propiciar la continuidad del mercadillo. Así se lo hizo saber a la concejala de Comercio, Maria Ramon, que estuvo presente y que se confesó gratamente sorprendida por el éxito de la convocatoria.

El propietario se mostró dispuesto a montar una estructura fija, respetuosa con el entorno, para proteger los puestos y evitar que se repita el problema del viento. Asimismo, cederá el terreno anexo, también de su propiedad, como aparcamiento de vehículos.

Este mercadillo que, si tiene continuidad, se conocerá con el nombre de Mercat de Forada, además del propietario del terreno cuenta con el apoyo conjunto de las asociaciones Aaple (Agricultores, Artesanos y Productores Locales), Artesans de Portmany, Greenheart, Permacultura, Productors d´Agricultura Ecològica y Cooperativa Integral d´Ibiza.

Franchesca Kirby, que lleva años trabajando para conseguir un centro de venta fijo de estas características, mantiene que estos mercadillos se han situado históricamente en un cruce de caminos, por lo que considera que el de Can Tixedó de Forada, en la intersección de la carretera de Sant Rafel a Santa Agnès con la de Sant Antoni a Santa Gertrudis, resulta un emplazamiento ideal.