Maestro de vocación, es lógico que Marià Serra, que estudió la carrera mientras trabajaba en una farmacia, se embale cuando diserta sobre enseñanza. Se niega a hablar de fracaso escolar „«no fracasan los alumnos, fracasan los políticos»„ y le duele especialmente la reducción de la presencia del catalán en las escuelas que pretende el gobierno de José Ramón Bauzá, a quien acusa de querer devolver la lengua y la cultura propias de las islas al papel que tenía en la época franquista.

„Sinceramente, ¿pensaba verse otra vez en estas por la lengua?

„Cuando el PP publicó su programa electoral y entre sus propuestas estaba la de la lengua pensé que revivía un problema que parecía resuelto y sobre el que desde 1984 había un consenso, si no explícito, sí tácito. La escuela era el refugio que garantizaba la continuidad de la lengua. Saltó la liebre cuando el PP habló de modificar la Ley de la Función Pública y que eso implicaría cambiar la de normalización lingüística. Todo por una lucha política interna del PP. La línea cañellista e insularista abducida por la más españolista, rancia, casposa y recalcitrante. Siempre se había pedido que la lengua no fuera una herramienta política porque es el principal símbolo de identidad de la Comunitat y había que preservarla. No ha sido así y espero que sea un arma que se les vuelva en contra como un bumerán. No recuerdo ningún país que actúe legislativamente contra la lengua y cultura propias. Es una barbaridad. Un síntoma de poca inteligencia y poca estima a aquello que somos. Espero que haya gente con dos dedos de frente y las cosas cambien.

„Abierto ese conflicto, ¿se puede volver a cerrar?

„El daño hecho, a veces, es irreversible. Se ve en pequeños detalles. Caen las matrículas del curso de catalán para adultos, también de los cursos de acogida a niños recién llegados. Y se ve en la actitud que adoptan muchos castellanoparlantes que llevan años aquí y que nunca habían expresado el rechazo que muestran ahora. Se sienten envalentonados porque tienen un apoyo político. Es sintomático, por ejemplo, el hecho de que se nos trate de payeses. A nuestra sociedad le cuesta ir adelante una vez que ha reculado. Cada vez será más difícil recuperar el retroceso en la lengua, pero hay que estar ahí. Si perdemos el catalán en la escuela lo perderemos irremisiblemente.

„¿Es el peor ataque que se ha hecho recientemente a la lengua?

„Es el ataque más fiero desde el franquismo. La política del Govern y la conselleria de Educación es franquismo puro y duro. Lo pueden disimular, ponerle el betún que quieran, pero es franquismo. Se oyen disparates como que los niños en la escuela deben aprender matemáticas e inglés y que con eso les sobra para moverse por el mundo y encontrar trabajo. Eso hace tanto daño como una pedrada. Esto va unido a que la conselleria de Educación no quiere tener en cuenta algunas experiencias educativas y pedagógicas.

„¿Por ejemplo?

„En evaluaciones previas al informe PISA, evaluaciones objetivas y serias que se hicieron en varios centros de Ibiza, se comprobó que los niños que tenían mejores notas en lengua española eran los que cursaban la enseñanza íntegramente en catalán. En inmersión. Era lógico. La posible carencia que pudiera tener el currículum en lengua castellana la compensa el patio, el contacto con los otros niños, la calle, el juego, los medios de comunicación y el ambiente. Este niño tenía unas compensaciones que se demostraban clarísimente en los resultados de las evaluaciones. Esto, curiosamente, los actuales mandatarios de la Comunitat no es que lo ignoren, es que lo quieren ignorar. Con una argumentación falsa desvirtúan la realidad y hablan de igualdad entre lenguas cuando los problemas pedagógicos no se miden en porcentajes sino en resultados. Estamos a la cola en el área científica y matemática y también en la de expresión lingüística, hablada y escrita. Estas evidencias empíricas no las tienen en cuenta porque les preocupa más la política de partido.

„¿Le hubiera gustado ver la cara de Bauzà y Bosch cuando solo el 13% de los padres escogió en las Pitiusas el castellano como lengua de lectoescritura?

„Eso no les importa. De Bauzá no me extraña, pero de Bosch sí, porque era director del colegio Lluís Vives. Bauzá tiene la excusa de que no entiende la educación, pero Bosch vive en ese mundo. Es una sorpresa que haya caído en la trampa y se haya puesto al servicio de algo tan absurdo y estúpido como la liquidación de la propia lengua. Los que le conocen no se lo explican. Esta esquizofrenia le ha llevado a hacer una ley de símbolos para eliminar los lazos y banderas de ´Enllaçats pel català´ de los centros. Es una barbaridad, una estupidez y no tiene el mínimo sentido del ridículo.

„Si los docentes no quieren, ¿se podrán cambiar las horas de catalán en los centros?

„Necesitan que les dejen trabajar con tranquilidad y medios. La comunidad educativa no quiere recortes económicos ni educativos. Están desapareciendo programas para profesores y alumnos que no deberían desaparecer nunca. Habría que buscar una escuela libre, igualitaria y abierta al mundo del conocimiento. Vivimos en un país en el que cada gobierno que entra hace una ley de educación nueva. El PP ha querido hacer la suya, pero es restrictiva, una recentralización del Estado, una concentración del poder. Un Estado que cambia de ley educativa constantemente no puede ir bien nunca. Se quiere implantar una ley que será la definitiva y la más moderna y lo único que conseguirá es seguir impulsando el sectarismo y la miseria cultural y científica. Se habla de fracaso escolar, pero los que fracasan no son los niños, son los políticos. Tengo la sensación de que al actual gobierno de las islas eso le da igual. Le preocupa más un lazo en la fachada de un colegio o instituto que mejorar la enseñanza. Crea problemas donde no los hay y donde se había llegado a un consenso para que no los hubiera. Que un partido reduzca el cumplimiento de su programa a la cuestión lingüística es muy extraño.

„Respecto a la lengua, ¿le dan más miedo los políticos o la sociedad?

„Primero siempre la actitud de los políticos y después la reacción que esto causa en la población. En el momento en que los políticos atacan la lengua propia la gente tiene la sensación de que no es una lengua de prestigio y llegan las reacciones primarias que notamos en la calle. Sería insólito que en Madrid una persona se sublevase porque alguien le está hablando en español. Aquí, con el catalán, eso se considera normal. Siempre ha habido un desequilibrio. De Madrid no solo se han hecho radiales las carreteras y los ferrocarriles, también la idea de un Estado jacobino, intolerante, insolidario, poco acostumbrado a dialogar y poco amante de la cultura y la diversidad. Esto trae consecuencias, movimientos, en España.

„¿Qué movimientos?

„La famosa ley Wert. Suficientemente españolizados están ya los niños no solo catalanes, sino valencianos y de las islas. Nosotros no tenemos la fuerza política ni económica ni social que tienen otras autonomías como el País Vasco o Cataluña. Que luego no nos extrañe que haya gente que diga que no quiere vivir en ese mundo sino en uno a su medida. No me extraña que Cataluña hable de soberanía. Ya querría yo que tuviéramos la soberanía necesaria para plantarnos y decir hasta aquí hemos llegado. Solidaridad, la que quieran, pero somos un pueblo con una historia larguísima, una cultura que se expresa en esa lengua y una manera de ser que no tienen por qué recortar ni hacer desaparecer.

„¿Ha echado de menos más defensa de la lengua por parte de los políticos ibicencos?

„Cuando hablo con gente del PP de aquí tengo la sensación de que hay un gran descontento, pero también mucho miedo a perder la silla. No valen discursos y buenas intenciones, sino lo que votan en el Parlament. ¿Qué es más importante? ¿La disciplina de partido? ¿El bien de los ciudadanos? ¿Al servicio de quién están? ¿De los partidos o de los ciudadanos? Sorprende que no haya habido una cierta rebelión. Las rebeliones internas son una tomadura de pelo. Es fácil decir que eres ibicenquista y que nadie te quitará la lengua, pero ¿por qué en el Parlament votas una ley que hará más prescindible tu lengua? No es coherente. Creeré en los políticos cuando la democracia sea directa y el mundo político mas democrático y participativo. Los políticos ahora se creen que lo pueden hacer todo y que los ciudadanos estamos aquí para ponernos a sus órdenes.

„Una de las primeras medidas fue traducir los topónimos. Sonaba a broma.

„Sí, pero cuidado con las bromas. Lo de los topónimos demuestra una falta de cultura extraordinaria. Y de cabezonería, porque seguro que alguien avisó a los políticos del Govern que la UIB, expertos y gabinetes de onomástica llevan muchos años trabajando en eso. Ha fallado la persona que dijo ese disparate y ha fallado la gente del partido que lo apoya. Los topónimos los ha creado el pueblo a través de muchos años, a veces siglos, y no se pueden cambiar de hoy para mañana. Además, hay un consenso entre partidos y el compromiso de la UIB para buscar la corrección de estos topónimos. Después de amplísimos estudios, consultas e investigaciones se han normalizado ortográficamente, está publicado y aceptado. En realidad, las instituciones no han tenido nunca respeto por los topónimos. Se quiere caer en un bilingüismo ridículo que no soluciona nada. Ese bilingüismo supuestamente perfecto nunca lo es porque siempre se inclina de un lado.

„¿Entiende que el Govern subvencione el Any Fra Juníper Serra, incluso pidiendo al Senado desgravaciones para las empresas que participen, y no dé ni un euro para el Any Marià Villangómez?

„Esto tiene similitudes con la financiación que recibe Ibiza. Hace años que hablamos de la desigualdad que hay, y que es creciente, en el tratamiento económico que han hecho todos los partidos respecto a Ibiza. No me sorprende de este Govern pero sí me extraña que los políticos ibicencos no hayan actuado de manera directa y contundente. Gobiernan más de cara a los suyos que a los ciudadanos. En el Any Fra Juníper Serra la ideología domina, tiene unas connotaciones que no tiene Villangómez y supone una oportunidad de lucimiento al otro lado del Atlántico, está en una semblanza religiosa, de colonialismo, de evangelización. Si se han olvidado del Any Villangómez, que llegue mi rechazo más sincero y firme a los políticos ibicencos que permiten y permitirán esto. Me parece realmente propio de este gobierno. Lees el diario y ves que pasa lo mismo en turismo, en deportes, con la financiación del Consell... En Ibiza, el PP, que tiene mayoría absoluta en casi todos sitios, ¿no tiene fuerza para algo así? Seguro que sí, pero no la usa.

„¿Cuál es el papel del Institut ante la situación actual?

„Decimos que si el Institut no existiera deberíamos crearlo ahora. No hay nadie imprescindible como persona, pero sí como institución. El momento es complicado y el Institut debe mantener una línea de trabajo, de recuperación, con rigor y haciéndose escuchar ante las instituciones. Tiene muchos detractores, es lógico en una Ibiza tan diversificada y fragmentada. Pero para la mayoría de ibicencos es una entidad que dóna llum però no fum y, con aciertos y errores, siempre ha estado ahí. Hace falta gente con ganas de trabajar y de abrir la entidad a este nuevo mundo que se está formando. El Institut debe estar presente en todo lo que es patrimonio, lengua y cultura, tradición y también desarrollo económico y social. No se debe ver solo como una entidad que habla de cuestiones lingüísticas. Si nos ponen dificultades su andadura será cada vez más complicada, sobre todo si no hay recursos económicos. Cada vez es más difícil hacer algo porque todo es muy caro. Las publicaciones, por ejemplo, cada una vale un ojo de la cara.

„¿Peligra el Institut por una cuestión económica?

„Puede peligrar. Estamos en un local alquilado, tenemos personal administrativo y gastos corrientes que pagar y publicaciones por editar. Si no tenemos recursos económicos cada vez se podrá hacer menos y llegar a la extinción, pero estoy seguro de que los ibicencos no lo permitirán. Siempre ha habido aquí personas que aman, como decía Villangómez, su tierra, su historia y su gente. Sí notamos últimamente un goteo de bajas que coinciden con el difícil momento económico que estamos viviendo. Es lógico. A veces se ha dicho que en el Institut había gente con una ideología de partido, pero aquí no se ha actuado por ideologías políticas. También nos han llamado catalanistas, o comunistas. Eso cuando no nos insultan.

„¿Cuál cree que es el futuro de la lengua y la cultura ibicencas?

„No me atrevo a hablar de tiempo. Debemos tener esperanza. Creo que siempre encontraremos ibicencos que quieran de corazón el lugar en el que han crecido y lo que les ha caracterizado. No debemos ser indiferentes a lo que pasa alrededor porque la indiferencia lleva a muchas cosas a la desaparición. Vivimos en un mundo cambiante, pero estos cambios no deben afectar al tuétano, que es conservar una cultura que incluye una lengua. Aún queda tanto por hacer que lo que asusta es que desaparezca rápidamente todo el patrimonio de nuestra isla, como el arquitectónico y paisajístico. Pienso que habrá un movimiento de reconsideración que se impondrá. Asusta que los recién llegados no se integren, que no valoren el territorio en el que van a vivir, lo que encuentran, y que no se interesen por el patrimonio cultural y lingüístico de la isla. Debería haberse hecho un plan de acogida con recursos suficientes, pero ni el Pacte de Progrès ni el PP lo hicieron.

„¿Cómo se conserva la identidad propia en una sociedad cada vez más multicultural?

„Es un tema delicado, por eso he dicho que hacía falta un plan de acogida para dar a conocer a los recién llegados a qué tierra llegaban. Muchos sabían que a España y a una isla, pero poco más. Muchísima gente ha llegado sin saber que había una lengua y una cultura propias. Al no tener un plan de acogida han vivido como han podido, no han valorado dónde llegaban. Los ibicencos no han hecho un esfuerzo por integrarlos. En poco tiempo ha llegado mucha gente y a un lugar muy pequeño. No fuimos capaces, ya en los 70, de acoger como tocaba a la ola migratoria. En los 2000, tampoco. Se ataca precisamente a la escuela porque es un lugar de acogida.