El pistoletazo de salida de las rebajas en Ibiza nada tiene que ver con el de las grandes capitales, donde hay codazos (literalmente) para ser el primero en entrar a la tienda para hacerse con una ganga. Aquí, ni garrotazos por la espalda ni aglomeraciones, pese a que algunas grandes cadenas ofrecían ayer descuentos de quitar el hipo, entre el 60% y el 75%, tanto en accesorios como en prendas de vestir y calzado. La mayor parte de los pequeños comercios, a los que la Pimeef recomendó iniciar ayer los descuentos en vez de esperar al tradicional día después de Reyes, apostaban por un máximo del 50%. Lo tienen difícil en su pulso a vida o muerte con las grandes superficies, pero este año han plantado cara con rebajas agresivas e incluso les ha beneficiado que los locales del grupo Inditex (Zara, Pull & Bear, Zara Kids, Bershka, Stradivarius) no empiecen la campaña de rebajas hasta el lunes (sus trabajadores han sido emplazados al domingo para decorar esos comercios).

Ante la liberalización legal del periodo de rebajas, las asociaciones de comercios pitiusas recomendaron iniciar ayer los descuentos, una propuesta que no convence a todos los empresarios. Por ejemplo, a Carmen Bernadas, dueña de Arca de Noé, una zapatería para niños de sa Graduada, ya que considera que de esa manera «se pierde la campaña de Reyes». «Tres días antes de esa festividad vendíamos mucho al precio completo, pero ahora hay que aplicar el descuento. Al final, la caja que haremos será más pequeña», segura. En su comercio ya notó «un bajón» tanto en la campaña de invierno como en estas Navidades. En estos cuatro años de crisis encadenada no había percibido un descenso tan fuerte de las ventas como el del último semestre. Bernadas comenzará con un 50% de descuento durante esta semana, para «liquidar» lo que quede a continuación.

En Muebles Calbet, sin embargo, no descontarán más allá del 20%, según señala su dueño, Antonio Calbet, que dice estar de acuerdo con el adelanto de las rebajas. Tal como están las cosas, una semana antes o después «no va a restar ventas», razona. Las pocas que hay.

Para José Cardona, «es un error monumental que el Partido Popular haya desregulado las rebajas». «O lo hacen para asfixiar al pequeño comercio o para quitárselo de en medio», añade. A su juicio, «funcionaban bien a partir del 7 de enero», aunque reconoce que tras la Nochevieja «había una semana floja hasta que comenzaban las rebajas, pues la gente esperaba a que las cosas fueran más baratas». En su caso, ha notado la crisis, si bien no se queja de cómo le han ido las ventas durante estas fiestas: «Mejores que en 2011», afirma. Ayer colgaba carteles con descuentos hasta del 50%: «Más no porque es tirar precios y vender con pérdidas. Es una barbaridad que haya cadenas que recorten un 70% sus precios. Eso es muy cabreante para el cliente que ha comprado un día antes», comenta.

En MaryPaz, una franquicia de zapatos que ayer rebajaba los precios hasta un 70% en algunos modelos, también dicen que la crisis ni les ha rozado. A primera hora de la mañana había pocos clientes, pero a mediodía las cajeras estaban tan apuradas como hace un año y apenas daban abasto. «Con estas rebajas, los clientes que antes se llevaban un par, ahora compran dos», indicaba una dependienta.

Difícil lo tienen algunos comercios tradicionales para competir con gangas como las de una cadena de ropa para niños en la que además de rebajar el 50% ninguno de sus precios supera los 12,99 euros. Martín Rodríguez, dueño de A.47, de ropa de niños, considera que el pequeño comercio «depende, en ese sentido, de las grandes franquicias», que son las que imponen la ley en las rebajas. «Si hubiese consumo, no serían necesarias. Pero al final la gente se ha acostumbrado a salir de compras en este periodo», señala. Le cabrea que los descuentos solo afecten a ese tipo de negocios: «A que nadie deja de ir a un restaurante porque no haga rebajas. A que nadie deja de comprar videojuegos aunque no le hagan descuentos en estas fechas. Igual debería ocurrir con nosotros. O, en todo caso, con 15 días debería bastar. Esta situación no beneficia a nadie», subraya. Rodríguez dice que este año ha sentido «la crisis más que nunca». A su juicio, «la gente tiene miedo, incluso la que tiene un sueldo y no le afecta la situación económica; hay miedo a consumir, a gastar». En su tienda no superará el 50% de descuento: «Los que suben de ese porcentaje lo hacen porque, de todas maneras, no van a perder un duro. Las franquicias fabrican muy barato y por eso pueden tirar precios. Ganan incluso con el 70%», afirma.

En una de las principales tiendas de ropa de la calle Aragón están de acuerdo con adelantar las rebajas porque, de todas formas, ya aplicaban esos descuentos a sus clientes en los días previos a Reyes. Igual que en Tribune y Cache Cache, comercios de ropa de los que es dueña Divina Boix Cardona: «Aquí siempre hacíamos descuentos a los clientes una semana antes. No estaba bien cobrar igual al que venía dos días antes de las rebajas», asegura. Este año hará descuentos hasta del 60%: «El invierno no ha sido frío y la gente ha aguantado con lo que tenía. Las rebajas tienen que ser buenas por narices», augura la presidenta de la asociación de comerciantes de Isidor Macabich. Cree que muchas personas «están asustadas con la crisis, incluso las que tienen dinero, de manera que no se compran tantas prendas como antes».

Pepita Tur, propietaria de Mimitos, no puede superar el 50% en sus rebajas y está de acuerdo con adelantar los descuentos: «La gente solía esperar esta semana a que llegaran las rebajas, de manera que eran unos días perdidos». Aunque sabe de algún cliente que ya tiene el ojo echado a alguna prenda, ayer apenas aparecían por su local a primera hora de la mañana: «Me parece que no se han enterado, quizás porque se ha hecho poca promoción», creía. Nota la crisis porque los que antes adquirían «cuatro o cinco prendas ahora se llevan solo lo que les hace falta».

«Como no ha hecho frío», Pepita Guasch ha rebajado los abrigos de Can Domingo, en el paseo de Vara de Rey, un 50%. «La ropa más ligera», el 30%. Ella está encantada con el adelanto de las rebajas pues, como Divina, aplicaba los descuentos a sus clientes una semana antes de que comenzaran las rebajas oficialmente. Mercedes Prats, dueña de Trucco, también hacía ese tipo de rebajas previas a sus principales clientes, pero sin embargo considera un error ese adelanto de las ofertas propuesto por la Pimeef: «Hubiera preferido que empezaran después de Reyes, pues al menos sabes que tienes una semana previa en la que vendes a precio pleno», explicaba ayer con la tienda atestada. «Pensábamos que la gente no se habría enterado, pero el día va bien», añade contenta. «¿Que si hemos notado la crisis? Por supuesto. Antes se llevaban dos piezas; ahora, una», indica.