El 18 de octubre de 1975, Saint Nazaire y Saint Brevin les Pins dejaron de estar separadas por el río Loira. Ese día se inauguró un puente de 3,3 kilómetros que por entonces fue uno de los más importantes proyectos de ingeniería en Francia. La apertura de esa nueva vía de comunicación entre los dos lados del estuario dejó sin sentido a los incansables trasbordadores que operaban en la zona, entre ellos el ´Saint Gildas´, construido en 1964 en los astilleros Dubigeon de Nantes, célebres talleres navales donde se construyeron desde el siglo XIX goletas, barcos fruteros, trasbordadores fluviales, submarinos o ferrys para el transporte de vagones de tren.

Al quedarse sin pasajeros ni vehículos que transportar, el ´Saint Gildas´, operado por la compañía Societé D'Armement de L'Ouest, fue vendido a otra naviera, la Compagnie Morbihannaise de Navigation, en Morbihan, a unos kilómetros al norte de Saint Nazaire. Ese nombre es también el de un golfo con una cincuentena de islas e islotes, de los que buena parte son parque natural y en los que el cultivo de ostras, la agricultura y un turismo interesado en la naturaleza han sido históricamente la base de su economía. El ferry estuvo navegando en esa zona y la bahía de Quiberon hasta principios de los años 90, cuando fue sustituido por otros barcos más modernos y fue vendido a la naviera española Flebasa, Fletamientos de Baleares S.A.

Llega a Ibiza en 1994

En 1993 Flebasa solicitó a Marina Mercante que el antiguo ´Saint Gildas´, rebautizado como ´Arlequín Rojo´, pudiera empezar a cubrir la ruta entre Ibiza y Formentera, pero desde el Ministerio no llegaron los permisos para hacerlo. Al año siguiente sí se consiguieron y el 14 de febrero de 1994 el ´Arlequín Rojo´ entró por primera vez en el puerto de Vila procedente de Dénia. Con su entrada en servicio al día siguiente, los precios bajaron prácticamente a la mitad en todos los servicios interinsulares que por entonces operaba la unión de empresas Trasmapi-Pitra. El precio por pasajero era de 850 pesetas, una moto pagaba 1.500 y un turismo 3.000. (5,11, 9 y 18 euros respectivamente). Por entonces los descuentos a residentes se limitaban a una rebaja del 10% del precio. Inicialmente el plan de Flebasa era realizar cuatro enlaces diarios entre La Savina e Ibiza, que en días alternos se complementarían con viajes a Dénia, aunque por velocidad, estos últimos fueron prácticamente testimoniales y el buque se destinó en exclusiva a la línea interpitiusa.

Dos semanas después del inicio de sus servicios, el ´Arlequín Rojo´ fue coprotagonista de una de las movilizaciones que más se recuerdan en las Pitiusas, al transportar gratuitamente a buena parte de los 1.000 formenterenses (por entonces, el 30% de la población de la isla) que organizados por la Coordinadora d´Entitats Civiques de Formentera se manifestaron ante los juzgados de Vila por el caso del camping de es Ca Marí. A pesar de que los viajes no tuvieron coste alguno para los pasajeros, la autoridad portuaria no fue tan solidaria con los viajeros de la isla menor y solicitó a las navieras que pagasen las tasas portuarias correspondientes.

Desde entonces, el ´Arlequín Rojo´ ha formado parte de la vida diaria de los puertos de Ibiza y Formentera. Por su velocidad limitada era siempre superado por los demás barcos, ya fueran competidores o de su propia compañía, aunque su capacidad de pasaje y sobre todo de bodega, no ha tenido prácticamente equivalente en la ruta. El buque solo ha abandonado las aguas pitiusas muy puntualmente para realizar sustituciones en la línea Ciutadella-Alcúdia durante la segunda mitad de los 90, o bien por las varadas (paradas obligatorias para reparaciones) realizadas en Burriana(Castelló) o Dénia. En una de estas ocasiones, el barco fue pintado con los colores de Baleària, su operador desde 1998 hasta la actualidad.

Adiós también al ´Nixe´

Diez años después del inicio de operaciones del ´Arlequín Rojo´, Baleària incorporó dos nuevos buques que progresivamente relegaron al primero a ser un barco puramente carguero sin admitir pasaje (roll on roll off en lenguaje técnico). Eran dos catamaranes gemelos: ´Nixe´ y ´Nixe II´, construidos en Singapur y que introdujeron el servicio de carga a alta velocidad en Formentera. Aunque tenían buenas capacidades, los ´Nixe´ han tenido muchas veces dificultades para operar con mala mar, además de tener algunos problemas para entrar el la Savina, sobre todo durante los primeros meses de operación, cuando aún no tenían hélices laterales que ayudasen en la maniobra de atraque. El ´Nixe´ ha navegado de manera prioritaria en Ibiza, aunque puntualmente también ha cubierto rutas en el estrecho e incluso ha sido asignado a la línea Playa Blanca-Corralejo (entre Lanzarote y Fuerteventura).

El ´Nixe II´ también realizó los mismos servicios, aunque solo llevó la contraseña de Baleària durante cuatro años ya que en 2008 fue vendido a una compañía taiwanesa.

Con la llegada del ferry ´Posidonia´ (antiguo ´Planasia´ con la naviera Italiana Toremar) la compañía valenciana también retira el ´Nixe´, con lo que se pone fin a una doble historia de las comunicaciones entre Ibiza y Formentera: deja de operar uno de los barcos más modernos y capaces que ha cubierto esta ruta y desaparece de la cotidianidad ibicenca y formenterense uno de los ferries más veteranos que navegan en el Mediterráneo, el ´Arlequín Rojo´, que con 48 años en sus cuadernas y miles de horas de mar y anécdotas entre las Pitiusas es ya parte de la historia de la navegación en Balears.