Lo poco que recuerda de su anterior estancia en Ibiza es que en el hotel en el que pasaba las vacaciones con su familia le regalaron un huevo Kinder. «Debía de tener nueve años -asegura- así que esta será mi primera vez de verdad en la isla». De todas formas tendrá poco tiempo de disfrutarla. Llega hoy a mediodía, toca por la noche en El Sitio de Sant Antoni y mañana coge un avión a las nueve de la mañana. «Es el inconveniente de esta profesión -dice-, que más que viajar trasladamos nuestro lugar de trabajo».

-Comienza su último disco con ´El universo´, una canción que niega la existencia de Dios, de los Reyes Magos, de Supermán y hasta de uno mismo. ¿Qué nos queda?

-Poco. Esa canción está compuesta en un momento de negación absoluta. Lo que la inspira es el desamor absoluto. Que igual que el amor absoluto parece eterno, aunque te digan que es pasajero. Te sientes minúscula en el universo. Es la canción que resume un año y medio de desencanto.

-El disco habla básicamente de la pérdida.

-Sí, has dado en el clavo. Todas las canciones están compuestas en ese año y medio menos una. Pero aunque se llama ´La pareja tóxica´, el disco no trata de la ruptura de una pareja, sino del dolor por las relaciones en general y del momento del adiós. Una de las canciones, ´Camino´, está hecha tras el fallecimiento de mi abuela.

-Entre ´La fabulosa historia de...´ y ´La pareja tóxica´, ha cambiado de discográfica, de estilo y hasta de color de pelo. ¿Ha dejado atrás la inocencia?

-La de ´La fabulosa historia de...´ era una inocencia impuesta. Me siento mucho más identificada con lo que he hecho después. Yo he jugado siempre son lo naif y lo sarcástico, pero la compañía, Universal, se quedó con el lado más infantil. La otra Zahara estaba ahí, pero no salió. Sobre lo del pelo [risas] es de un momento en el que no controlaba nada de mi vida y me dije ´no controlo nada, pero mi pelo sí´, y me lo corté y me lo teñí de rubio platino. Puede que fuera una mala decisión, pero era mi decisión, y ahora forma parte de mí.

-Entre un disco y otro las letras se han hecho más profundas y el sonido más contundente.

-Para mí era muy importante. Una crítica que me hacían es que el disco se quedaba corto con respecto a lo que se veía en directo. Quería que el nuevo disco sonara lo más parecido al directo, así que lo grabé en vivo con mi banda. Hay momentos algo caóticos, cosas que sabes que no se van a volver a repetir, pero ese era el espíritu.

-¿Cómo es el regreso desde una gran discográfica a una pequeña e independiente?

-Lo primero que notas es el dinero. La ausencia de dinero. Porque sabes lo que cuestan las cosas y ves cómo se gasta. Hay momentos en que ves un despilfarro que podría ahorrarse. Es un subidón y también una falta de libertad absoluta. Cuando después de Universal llegas a una compañía como Music Bus ves que no hay dinero, pero sí libertad total. Saben que me gusta a hacer las cosas a mi manera y lo que me preguntan es cómo quiero hacerlas. Les digo que voy a hacer una peli y la voy a producir y a protagonizar y no me ponen pegas, me ayudan en lo que pueden.

-La canción ´Merezco´ de su segundo disco fue la sintonía de la Vuelta Ciclista a España y le abrió muchas puertas, aunque no sé si eran las que quería abrir.

-Me parecía fenomenal que utilizaran mi canción, tal y como estaba encaminado el disco y la promoción. Se me enfocó hacia un público y hacia un pop naif que no es en lo que yo estaba interesada. Y por otra parte perdí credibilidad entre otra parte del público. Fue una experiencia. Según el día en que me lo preguntan me dan ganas de decir que fue una mierda o que aprendí mucho. Me persigue.

-Ya sabe que a las cantantes siempre se las compara con otras chicas y en su caso tampoco han faltado las comparaciones, pero ¿hay alguna con la que se sienta identificada, que le haya marcado más?

-Me marca la actitud. Me siento mucho más identificada con Maika Makovski que con Russian Red, aunque siempre se me compara con ella. Sé que tengo poco que ver con Maika, pero sí veo similitudes con su actitud más rockera o más agresiva. Sí me siento más cerca de bandas como Love of Lesbian o Sidonie o cuando era más joven con Sabina. Creo más en la actitud que en el género y en ese sentido me identifico más con Santi Balmes que con Anni B Sweet.

-¿Qué música escucha para desintoxicarse de Zahara.

-Me gusta escuchar bandas sonoras o música que podría ser de una película, como la del compositor Patrick Watson, que es muy sugerente, narrativa, inspiradora.... Me gusta desligarme un poco de la música que hago, porque soy como una esponja y si escucho muchas veces una canción que me gusta al final acabo haciendo eso. Para no imitar prefiero escuchar otras cosas.

-Ha confesado alguna vez que también se desintoxica viendo series.

-Uf, veo muchas. Es casi lo único que hago diferente a la música y al vídeo. Llego a casa agotada pero con la actividad mental a tope y lo que más me ayuda son las series, porque no tengo que intentar entender. Ya conozco a los personajes, la trama... me entra fácil y me dejo llevar.

-¿Y con cuál está ahora?

-Con ´Dexter´, que ya queda poco. Mi preferida de siempre es ´A dos metros bajo tierra´ y me encantan ´The wire´ o ´Los Soprano´ o ´The office´, que es una obra maestra tanto en la versión inglesa como en la americana.

-Un poco de todos los estilos.

-Sí, me encanta la ficción por fascículos.

-Volviendo al concierto, ¿cómo es la Zahara en acústico que se podrá ver en Ibiza?

-Es la primera vez que voy y eso me gusta mucho, porque puedo ser yo en mi máxima potencia. Es un público nuevo, que no conoce mis chistes ni mis historias ni el repertorio y no tengo que pensar en lo que hacer para sorprender. Puedo dejarme llevar e ir improvisando. Me gusta contar historias y sentir la reacción del público y nunca sé muy bien qué va a pasar. Siempre aporto algo nuevo e intento pasármelo bien y que la gente se lo pase bien, para compensar las canciones tristes.

-También tiene una faceta de actriz que ha explorado en la película ´Leñador y la mujer América´, un proyecto envuelto en misterio. ¿En qué punto está?

-Es un proyecto que ha durado un año y medio, que partió de un videoclip y sobre el que hemos ido dando una información deliberadamente confusa. Hemos conseguido terminarlo y no es exactamente un largometraje, porque dura 90 minutos, pero ha supuesto la gran inversión de nuestras vidas. La estrenaremos el 29 de noviembre en el Festival Internacional de Videoclips de Alicante y entonces se sabrá el porqué de cada cosa. Es una historia contada de forma distinta y que ha levantado bastante curiosidad. Lo único que puedo decir es que lo peor es mi actuación [risas]. Luego haremos una gira de presentación con la proyección y música y solo se podrá ver ahí, porque no la vamos a colgar en internet.