El historiador Bartolomé Escandell Bonet, el primer ibicenco que obtuvo una cátedra universitaria de Historia, falleció este viernes a los 88 años de edad. Escandell, que nació en el barrio de la Marina en 1924, es autor de numerosos trabajos de investigación histórica y obtuvo a lo largo de su carrera importantes distinciones, como la Orden de Alfonso X el Sabio, la Orden del Mérito Turístico, la Orden del Mérito Civil, la Medalla del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, la Medalla de Oro de Sant Jordi -que le entregó Juan Antonio Samaranch en 1974-, y la Medalla de Oro del Consell de Ibiza. Era académico correspondiente por Ibiza de la Real Academia de Historia de Madrid -cargo que ocupó previamente Isidor Macabich- y académico de la Academia Portuguesa de Historia.

Escandell estudió en la isla, donde fue alumno entre otros de Manuel Sorá e Isidor Macabich y también de los escritores Enrique Fajarnés Cardona y Marià Villangómez, con quienes entabló una amistad que duraría toda la vida. En 1943, por empeño de su padre, se trasladó a Valencia para empezar los estudios universitarios de Historia, desde entonces, vivió y trabajó en diferentes ciudades como Salamanca, Oviedo, Alcalá y Madrid, siempre ligado a la docencia y al mundo universitario.

Tras acabar la carrera en Valencia se trasladó a Madrid para hacer el doctorado, que terminó en 1951 con el Premio Extraordinario por una tesis titulada ´La vida en el Perú en la época de Felipe II a través de los papeles de la Inquisición de Lima´. Se había hecho americanista por influencia de su mentor, el catedrático de la universidad de Valencia Manuel Ballesteros.

En 1955 aprobó las oposiciones y entró como catedrático en la Universidad de Salamanca, donde permaneció doce años y donde nació su hija María Victoria, hoy catedrática de la UNED.

Tras una etapa trabajando para el Ministerio de Educación entre 1974 y 1977, donde fue subdirector general de Centros Universitarios, entró en la Universidad de Alcalá, en la que fue uno de sus refundadores y pronunció la lección magistral el día de su inauguración. En ella fue decano de su facultad de Filosofía y Letras y autor de su plan de estudios. Allí pasó nueve años hasta que fue jubilado en 1990, algo que no aceptó de buen grado.

A lo largo de su vida escribió numerosos libros de investigación, entre ellos varios sobre las Pitiusas, como ´Aportación al estudio de las murallas renacentistas de Ibiza´ y los cuatro tomos de ´Ibiza y Formentera en la Corona de Aragón´. Fue autor también de otros trabajos de gran importancia como la obra colectiva ´Historia de la Inquisición en España y América´, de la que fue director. Su conocimiento de la Inquisición le hizo viajar por todo el mundo para impartir seminarios y conferencias.

Escandell Bonet, uno de los grandes intelectuales ibicencos del siglo XX, reconoció siempre la influencia de sus padres en su interés por la cultura. Era hijo de José Escandell, que en 1932 inauguró el primer establecimiento en la isla con el nombre de hotel, el Hotel España, que se hundió veinte días después de la inauguración dejando arruinada a la familia, que luego se repuso. En una entrevista concedida en 2009 al escritor Vicente Valero para Diario de Ibiza, aseguraba que su madre fue «el origen de la intelectualidad» en su familia -su hermana es la escritora costumbrista Pepita Escandell-.

Familia y pobreza

«La Ibiza de mi infancia y juventud era una comunidad casi familiar, todos nos conocíamos, todos compartíamos el dolor y la alegría de los otros. Es cierto que podías dejar la llave en la puerta y marcharte, pero también había una gran pobreza», recordaba en el texto. Como estudioso de la historia, Escandell situaba esa pobreza en los cinco siglos de feudalismo eclesiástico catalán que vivió la isla bajo la Corona de Aragón: «Difícilmente puede exagerarse el infortunio de nuestros antepasados como vasallos de tal señorío -explicaba-. Y así es, porque los cinco siglos inmutables de pobreza no tienen otro responsable que el feudo entregado por Jaume I al arzobispo de Tarragona».

Escandell aseguraba que la labor del historiador es difundir la verdad: «No me he callado nada. Siempre he seguido como historiador el principio ciceroniano: no silenciar nunca lo que conste ser verdadero».

Entre los once libros publicados tras su jubilación figuran los dos tomos de la ´Historia del Real Madrid´, que le fueron encargados por Florentino Pérez para el centenario del club. Contaba como anécdota que tras entrevistarse con los miembros de la comisión del centenario preguntó por los documentos del club y nadie sabía dónde estaban. Los que encontró estaban dispersos y sin clasificar, así que tuvo que buscar a 15 investigadores de CSIC para que le ayudaran: «Deseaba huir a Australia. No veía la forma de sacarlo adelante. Pero al final lo acabamos».

Bartolomé Escandell Bonet. Nacido en Ibiza en 1924, falleció el 19 de octubre. El velatorio tendrá lugar hoy de 16 a 18 horas en el tanatorio de Pompas Fúnebres Ibiza. El funeral y posterior entierro tendrán lugar en la cripta de la Catedral de la Almudena de Madrid.