­La delegación ibicenca de la Fundación Deixalles presentó ayer el servicio de recogida y venta de ropa, que se puso en marcha el pasado mes de marzo. Durante estos primeros seis meses de actividad, se han recogido cinco toneladas de ropa y que fueron destinadas a la venta al público en la sede de la fundación, en el polígono de Montecristo, o a las industrias que necesitan pedazos de algodón, según explicó en la presentación la coordinadora de la fundación en Ibiza, Flor Dell´ Agnolo.

La delegación de la isla era la única de Balears que todavía no contaba con el servicio de reutilización de ropa, tal como indicó la presidenta de la Fundación Deixalles, Xesca Martí. «Los objetivos de la implantación de este sistema eran la ampliación de las plazas para los procesos de reinserción laboral para el colectivo vulnerable [que son talleres y actividades formativas que se llevan a cabo en la propia fundación] y para continuar con la línea de conseguir más autofinanciamiento». En ese sentido, Martí aclaró: «Las subvenciones hoy en día son más pequeñas y cada vez hay más demanda de nuevas plazas por parte de la sociedad». «Hay gente en lista de espera para poder hacer un proceso de formación», añadió.

Para asegurar la estabilidad de la recogida de prendas, la Fundación Deixalles ha firmado acuerdos por los que las empresas y colegios donan ropa durante todo el año.

Cuando las prendas llegan a la fundación gracias a las donaciones, dos personas se ocupan de separar las que son válidas para venderlas como piezas de segunda mano en la propia tienda que se habilitó en una de las zonas de la sede, de las que se encuentran en mal estado. «Las que no son aptas para la venta al público se destinan a las industrias que necesitan piezas de algodón», apuntó la coordinadora.

Dell´ Agnolo subrayó que las prendas se venden «a un precio módico», con el fin de que «la gente con menos recursos pueda adquirir ropa».

En cuanto al personal que se encarga del taller de prendas, la responsable de la delegación de Ibiza explicó que consta de cuatro personas: «Dos de ellos -que pertenecen a los cursos de capacitación sociolaboral- se dedican a recoger prendas en un camión y los dos restantes -que forman parte del curso de gestión de residuos urbanos e industriales- llevan a cabo la selección de piezas», afirmó.

«Con esta actividad de recogida de ropa también ayudamos a reducir la cantidad de prendas que llegan al vertedero, porque esta fundación no solo se preocupa de temas sociales, sino también de las materias ambientales», aseguró Dell´ Agnolo.