El precio de la algarroba ha experimentado este año la primera subida desde el año 2006. Tanto la Cooperativa Agrícola Sant Antoni como Agrupación Ibiza, dos sociedades que comercializan la mayor parte de este fruto seco que se recoge en la isla, ofrecen el mismo precio: 27 céntimos de euro para la variedad panesca, lo que supone un 55 por ciento más cara que los 17 céntimos a los que cotizó en 2011. La boval, tanto este año como el anterior se paga a cinco céntimos menos el kilo que la panesca.

Los datos aportados por la agrupación agraria reflejan que en 2006 la algarroba panesca (la más común en la isla) se pagó a 26 céntimos el kilo y desde entonces no había subido. Ese precio permaneció hasta 2008, año en que se aplicó al principio de la campaña y al final descendió a 24 céntimos. En 2009 bajó a 17 céntimos, precio que se mantuvo hasta 2011. Frente a esta tendencia a la baja que ha marcado los pasados años de crisis económica, este año la subida a 27 céntimos resulta espectacular y muy esperanzadora para el sector de frutos secos.

«No es que con estos precios los productores vayan a ganar mucho, ya que les vendrá muy justo compensar los gastos de recolección, pero calculamos que se quedará por recoger menos parte de la cosecha que otros años», explica Pere Prats, gerente de la Cooperativa Sant Antoni, una de las empresas que comercializan la algarroba. La compra a los agricultores y la pasa por su trituradora, con la que se obtiene harina para pienso, troceado y garrofín.

El garrofín se exporta en su totalidad fuera de la isla, mientras que el resto se distribuye aproximadamente al 50 por ciento entre la parte que se exporta y la que se destina como pienso a los ganaderos insulares. El precio de estos productos viene condicionado por diferentes factores, como el coste de los cereales, y a su vez se usa para calcular el de una materia prima como la algarroba.

Así pues, según Pere Prats, la subida de la algarroba es consecuencia de una sequía que afecta desde hace años al continente americano y que ha causado una importante merma en las cosechas de cereales, incrementando su precio. Con respecto al garrofín, el de producción ibicenca se paga menos que en Mallorca, debido a que la multiplicidad de variedades existentes en Ibiza hace que la semilla no sea homogénea, sino irregular.

El comerciante Xico Guasch, representante de Agrupación Ibiza, que tiene plantas trituradoras de algarroba en Ibiza, Mallorca y Oliva (Valencia), asegura que además del precio de los cereales, hay otros factores que han incidido este año en el alza de este fruto seco. Por una parte, el descenso de la cosecha, tanto en las islas como en la Península, y por otra, que el año pasado Ibiza sirvió un producto de mas calidad que en años anteriores, en que se vendía un fruto deteriorado por las lluvias.

«En Ibiza -comenta Guasch-, si queremos que este fruto llegue a alcanzar un buen precio, todos deberíamos esforzarnos en hacer la cosecha antes de las lluvias y ofrecer un producto seco y de calidad. Es la sugerencia que me atrevo a hacer a los productores».

En la línea de mejorar las plantaciones y las cosechas, los directivos de la Cooperativa Sant Antoni anuncian que van a instaurar un servicio profesional de poda para facilitar el cuidado de los árboles a los propietarios.