Cinco días después del incendio de un yate de 29 metros de eslora en el puerto deportivo Marina Ibiza, otra barca ardió ayer en el área portuaria de Ibiza. La alarma saltó sobre las dos menos cuarto de la tarde. Una pareja de nacionalidad española arrancó el motor de la ´Pecker´ en un pantalán del Club Naútico, momento en el que se produjo una deflagración. El hombre y la mujer consiguieron saltar a tierra y la embarcación quedó a la deriva. Ricardo Navarro y otro marinero que trabajan en el club, que acababan de comenzar su turno, no lo dudaron ni un momento; se subieron a una embarcación neumática y consiguieron engancharla a la ´Pecker´ con una cuerda.

Uno de los tripulantes de la embarcación, de unos siete metros de eslora, fue trasladado por una ambulancia tipo UVI móvil al hospital Can Misses, puesto que tenía quemaduras de segundo grado en las dos piernas. Su estado no era grave, según el 061. Los sanitarios atendieron en el lugar de quemaduras de carácter leve a la mujer que iba con él en la barca y a dos marineros del Club Náutico que acudieron en su auxilio.

«Hemos ido haciendo zigzag evitando que las llamas alcanzasen a otras embarcaciones», explicó Navarro tras ser atendido de quemaduras leves. Cuando llegaron al espejo de mar situado frente a la Estación Marítima de Formentera, los marineros saltaron al agua y nadaron hasta el muelle. «Teníamos miedo de que la barca explotase y las llamas nos alcanzaban», explicó Navarro.

Una embarcación de la Guardia Civil consiguió atar con una cuerda la ´Pecker´ y evitar que quedase a la deriva, cuando se acercaba a la zona en la que amarran los grandes yates en el puerto de Ibiza. En ese momento ya había llegado hasta el lugar del suceso la Salvamar ´Markab´, que tiene su base muy cerca, en el muelle mercantil. Los trabajadores de Salvamento Marítimo controlaron las llamas con las mangueras de la barca mientras la lancha de la Guardia Civil aproximaba la ´Pecker´ al muelle.

Los bomberos, que se desplazaron en dos camiones, controlaron finalmente el fuego desde tierra, que dejó la barca prácticamente inservible.

La cubierta estaba totalmente calcinada. A las 14.50 horas, una vez que se dio por extinguido el fuego, regresaron al parque.

Poco después, una barca del Club Náutico remolcó los restos de la ´Pecker´ hasta el Varadero. Estaba previsto que la embarcación fuese subida al muelle para estudiar una posible reparación, aunque probablemente no vuelva a navegar debido a su deteriorado estado. La llamarada originada después de la deflagración del motor provocó una gran humareda de color negro que se pudo ver sobre las dos de la tarde desde muchos puntos de la ciudad.