­La Policía Local de Sant Joan empezó ayer a retirar los coches usados y la basura amontonada en un solar municipal situado en un área boscosa, detrás del cementerio del pueblo de Labritja. Esta actuación es la consecuencia de una denuncia presentada por el grupo ecologista Amics de la Terra, que preside Hazel Morgan, quien advertía del peligro de incendio en ese lugar por la concentración de cristales rotos y materiales altamente inflamables.

Amics de la Terra había detectado en ese vertedero diez coches y una moto en desuso. Algunos vehículos conservan aún la matrícula y todos aparecen deteriorados, con la ventanas rotas o con los motores despiezados. Cuatro coches estaban abandonados dentro de la masa forestal y los demás, a muy pocos metros. Otros residuos eran son colchones viejos, maderas, carteles de anuncios, placas de madera o neumáticos.

En un escrito que Morgan remite al alcalde, Antoni Marí, Carraca, la presidenta de Amics de la Terra consideraba «incomprensible que no se haya actuado para corregir esta irresponsabilidad»; reclama la consideración de los peligros que puede comportar el vertedero, y exigía medidas urgentes para corregir la situación. Sugería que la retirada de todos los desechos depositados en ese lugar y que los coches usados se entreguen a un gestor autorizado, en aplicación de las normas que regulan el almacenamiento, desguace, descontaminación y tratamiento de estos residuos.

El alcalde aseguró ayer mismo que algunos de los coches almacenados en ese solar habían sido depositados por la Policía Local, tras ser retirados de la vía pública, pero otros han sido abandonados en el lugar de forma incontrolada y no se había detectado su presencia, al ser un lugar retirado. El alcalde agradeció la denuncia y aseguró que el solar será limpiado inmediatamente.