«Fui para un ajuste de cuentas», reconoció ayer durante el juicio en una mezcla de castellano y portugués el hombre que propinó una paliza al marido de la actriz Silke el pasado 14 de diciembre, después de entrar en su casa encapuchado y con una pistola de fogueo en la mano. «Quería asustarle y pegarle, no entramos para robar. Me había insultado, me había llamado maricón», argumentó el brasileño J. R. O. S. «Sí, fuimos por un ajuste de cuentas», añadió su compatriota F. M., que, según su versión, esperó en un coche, a unos 300 metros de la casa, mientras su compinche golpeaba a la pareja de Silke, un hombre también de origen brasileño.

La fiscal solicita siete años de prisión para los dos acusados: tres años y medio por un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa y otros tres años y medio por un delito de lesiones. «Yo esperé en el coche en la carretera de Sant Joan. Pensaba que íbamos a comprar marihuana. Ahora me estoy enterando de lo que pasó», explicó el tercer encausado, el español A. H. R., que se enfrenta a dos años de cárcel.

El asalto a la casa de campo

El marido de Silke estaba utilizando un ordenador, sentado en una mesa en la casa payesa que comparte desde hace años con la actriz madrileña, en el kilómetro 14,5 de la carretera de Sant Joan. F. M. y J. R. O. S. salieron de Vila, seguidos por el coche en el que viajaba solo A. H. R. En un primer intento se dieron la vuelta, puesto que no había nadie en la vivienda, por lo que se fueron a tomar unas cervezas a un bar para hacer tiempo. En la segunda ocasión el español esperó en la carretera, F. M. cerca de la casa y J. R. O. S. entró.

«Escuché un ruido, bajé, abrí la puerta de la cocina y estaba allí (J. R. O. S.), encapuchado y con la pistola en la mano. Empezó a golpearme en la cabeza, creí que me iba a matar. Forcejeamos y dejó de amenazarme en español. Reaccioné cuando pronunció una expresión en portugués de Sao Paulo, de donde yo soy», explicó la víctima. El agresor intentó clavarle un cuchillo, él respondió, se enfrentó a él con una botella en la mano y consiguió que saliese de la casa, según explicó en el juicio, celebrado por la mañana en el Juzgado de lo Penal 2 de Ibiza.

«No sé qué venían a buscar, no conozco a J. R. O. S. Yo vivo bien porque mi mujer (Silke) tiene dinero, pero en la casa, si quieren entrar entran», reconoció. El agredido explicó que vio una silueta y que cree que había dos personas. «No lo entiendo, éramos amigos, F. S. era my brother, teníamos confianza», concluyó, en referencia al segundo acusado.

Silke llegó con su hija en brazos

La actriz llegó a casa cerca de la medianoche, con su hija en brazos, al final de la pelea. «La cocina estaba destrozada y mi marido cubierto de sangre. Subí con mi niña a una habitación y cuando conseguí tranquilizarla ya no había nadie en la vivienda. Comencé a gritar que había llamado a la Policía aunque era mentira porque me había dejado el móvil en el coche», relató Silke.

Los imputados huyeron y se dirigieron al hospital para que J. R. O. S. fuese atendido. Los arrestaron a las pocas horas. Los dos brasileños están desde entonces en prisión. La Guardia Civil inspeccionó la casa, donde encontró la culata de metal de la pistola con la que supuestamente J. R. O. S. amenazó y golpeó en la cabeza a la víctima, el pasamontañas que perdió en la pelea y dos guantes de plástico. Además, había sangre por todas partes y el suelo estaba lleno de cristales, según explicaron los agentes en la vista oral.

La única justificación que aportó J. R. O. S. para su «ajuste de cuentas» es que el marido de Silke, al que acusó de estar al frente de una banda que asaltaba casas en la isla y de tener una plantación de marihuana, había dicho a otras personas que era homosexual. «Éramos conocidos», dijo el imputado.

«No le conozco de nada», respondió en varias ocasiones el agredido. «No sé por qué lo hicieron. La única relación que encuentro es que F. S., que era mi amigo, quería comprarme un coche para cederlo a uno de sus trabajadores», explicó la víctima. «(J. R. O. S.) Intentó clavarme el cuchillo en el cuello, llegué a temer por mi vida», concluyó.

La agresión

LOS DOS RESULTARON HERIDOS

El acusado le golpeó con la pistola en la cabeza e intentó acuchillarlo

El agresor y la víctima resultaron heridos. Según la versión del marido de Silke, J. R. O. S. le propinó varios golpes con la culata de la pistola en la cabeza e intentó acuchillarlo. Él se defendió con una botella.