­A los niños de sexto de Primaria del colegio Guillem de Montgrí les bastó ayer por la tarde encender el ordenador de sus casas para saber que debían estudiar la página 91 del libro de castellano y que les tocaba investigar sobre el cuadro ´Guernica´ de Picasso. Sus respectivos padres también lo tienen fácil para estar al tanto de los deberes, pues toda esa información, además de las fechas de los exámenes y de numerosas actividades y vídeos didácticos, se encuentra en el blog de su clase, gmprimaria6. blogspot.com, que acaba de quedar finalista (entre los 10 primeros) de la sección dedicada a centros del premio internacional Espiral de Edublogs. La posición tiene mucho mérito, sobre todo si se tiene en cuenta que concursaron 1.400 centros.

El colegio, que presentó este año un solo blog, ya participó en ese concurso en 2011 con una decena de propuestas: «Todo empezó en 2011, cuando nuestra coordinadora de informática, Patricia Giral, nos dijo que existían esos premios. El año pasado quedó finalista el de 4º. Este año nos presentamos solo con el de 6º, pues la coordinadora estaba de baja y no pudo promoverlo para que se apuntara todo el mundo», explicó ayer Anabel Martínez, que da clases de matemáticas y conocimiento del medio a ese curso, del que es su «medio tutora», y que durante siete años fue coordinadora de tecnologías, cargo que dejó tras llegar a la jefatura de estudios.

«Es un blog de aula donde colgamos toda la información importante que deben conocer las familias, como las actividades. Pero sobre todo va dirigido a los alumnos», explica Martínez. También han empezado a crear una estructura de blogs para cada chaval: «Son personales, pero del aula, no en plan hago lo que quiero. Es como un portafolio de sus trabajos. Lo estamos iniciando. Como no tenemos horas específicas de TIC [tecnologías de la información y la comunicación], lo hacemos cuando se puede», detalla. Íker es el que tiene su blog un poco más avanzado.

La maestra asegura que en las áreas que imparte a sus alumnos suele apoyarse en ese blog, donde apunta la actividad que desarrollarán cada jornada. Por ejemplo, Anabel colgó ayer a mediodía una entrada en la que informaba (con el acompañamiento de un breve vídeo) de que profundizarían en la historia del descubridor de América, Cristóbal Colón, por ser un tema por el que se había interesado la mayor parte del alumnado. En el aula, a los jóvenes les bastó con abrir sus miniportátiles y entrar en el blog de la clase para saber de qué trataría la lección del día. Y a trabajar.

El blog contiene un apartado de sugerencias: «A veces las comentamos en plan tutoría. Ellos pueden escribir ahí desde casa o en clase y luego las hablamos entre todos», indica Martínez. La maestra admite que este tipo de blogs son ideales para que los padres estén bien informados sobre las actividades escolares, ya que así pueden saber qué han de estudiar sus hijos, los deberes que les han mandado e incluso las fechas de los exámenes (ayer había uno de interpretación de estadísticas matemáticas): «Así no tienen excusa. En la agenda del blog está todo actualizado», recalca.

Los miniportátiles se quedan en el cole («no sea que pase cualquier cosa»): hay que cuidarlos al máximo para que sirvan en años venideros a otros cursos, pues con la crisis no hay garantías de que se repongan los que se averíen. ¿Y cómo se conectan entonces los 25 niños de 6º a su blog cuando llegan a sus casas? «Sondeamos si tenían acceso a Internet en sus viviendas. Y prácticamente un 95% puede conectarse a un ordenador con Internet en sus hogares», asegura la maestra.

En la vida real no todo es Internet

Martínez cree que si han sido escogidos finalistas del premio Espiral es, en parte, porque su blog incluye material de creación propia, como el tema de cuerpos geométricos que trataron hace un par de días en su clase y que ella desarrolló con el programa Webquest: «Requiere muchas horas extras de dedicación, pero merece la pena, pues el nivel de motivación de los alumnos es increíble. Al presentar estas cositas, que hago cuando puedo, se me queda un buen sabor de boca por cómo han disfrutado los niños». Se trata de una especie de página web, «pero más sencilla de crear», en la que detalla el tema que estudiarán, el trabajo que han de realizar y la organización de los grupos, además de incluir enlaces para que los niños investiguen en Internet: «Lo importante de esto es que ellos conocen desde el principio qué tienen que hacer y qué se les va a pedir. Posteriormente hay una conclusión en grupo», explica.

En este sentido, Anabel Martínez aclara que procura reforzar la comunicación oral: «Trabajamos mucho con ordenadores, pero luego, en la vida real tenemos que saber hablar, hemos de saber escribir. No todo consiste en conectarnos por Internet».