El Govern balear no solo margina a Ibiza al negar la consideración de la isla como una cuenca hidrográfica propia y mantenerla artificialmente incluida en una inexistente cuenca balear, sino que apenas ejerce un control de los recursos hídricos ibicencos. Así se desprende de los datos facilitados por los técnicos del Consell de Ibiza, institución que carece de cualquier competencia sobre sus propios acuíferos, pero que dispone de datos que le suministra el Govern. Según esas informaciones, en la isla hay actualmente unos 8.000 pozos, aunque los especialistas calculan que puede haber al menos 1.500 más no autorizados.

Para supervisar todas esas captaciones según lo que prevé la normativa vigente –control de los caudales autorizados, profundidad del pozo y otras condiciones del mismo– la conselleria de Medio Ambiente del Govern dispone solo de un celador para toda Ibiza.

El Consell, al no tener competencias sobre los recursos hídricos, «no tiene ninguna persona dedicada a este tema», confirma la institución a preguntas de este periódico.

Por otra parte, la isla tampoco cuenta con ningún órgano propio que le permita gestionar y ni siquiera tener conocimiento directo de sus propios recursos hídricos, ya que todo lo relativo a esta materia se administra desde Mallorca.

En concreto, el decreto 129/2002 sobre la organización del régimen hidráulico de Balears establece en su articulado que deberán crearse en cada isla las Juntas Insulares de Explotación, pero en el Consell no consta que se haya creado este órgano, diez años después de que se aprobara el decreto que lo contempla. Esta Junta Insular de Explotación tendría funciones consultivas y de asesoramiento sobre recursos hídricos, concesiones, derechos de los usuarios, elevación de propuestas al Govern, control y seguimiento de los acuíferos y otros cometidos. Estaría integrada por todos los sectores relacionados con el agua y el Consell tendría un vocal.

En la actualidad, el Govern retiene todas las competencias sobre el agua subterránea de Ibiza y sus captaciones. La comunicación que hay entre el Govern y el Consell es, además, bastante parca si se tiene en cuenta que la institución insular asegura: «El Consell tiene conocimiento de la gestión del Govern a través de una comunicación que se produce con una periodicidad aproximada de un año», según confirmaron los técnicos de la Corporación ibicenca.

Existen en la isla dos consorcios de aguas, referidos cada uno a las dos desaladoras que funcionan en Ibiza. Ambos consorcios están participados por el Govern y los respectivos ayuntamientos.

Precisamente, en las alegaciones presentadas recientemente por el Consell de Ibiza al nuevo Plan Hidrológico de Balears figura la reclamación de que se considere a la isla como una cuenca hidrográfica propia, dotada un plan hidrológico insular, y con órganos de gestión específicos para este territorio, de manera que se puedan administrar sus recursos subterráneos.