El curso que viene todo aquel que quiera estudiar un título de grado en la UIB se encontrará con que, por primera vez en la historia de la institución, las plazas estarán límitadas en absolutamente todos los estudios de grado por cuestiones presupuestarias. ¿Quedará mucha gente fuera? Eso es lo que intentan evitar desde el rectorado, que para ello han fijado en general unos númerus clausus holgados; «unos topes generosos que no dejarán fuera a muchos aspirantes y que se fijan, sobre todo, como una medida de «cautela inicial» para mejorar la organización y eficiencia.

Hace unos tres años, los númerus clausus eran algo excepcional en la Universitat y se han ido extendiendo por las titulaciones del campus según iba menguando su presupuesto. El presente curso solo nueve estudios permanecían abiertos a todo el que estuviera interesado: Física, Filosofía, Geografía, Historia, Historia del Arte, Matemáticas, Lengua y Literatura Castellana y también Catalana, Matemáticas y por último Química. Pero como ya adelantó el vicerrector de Economía, David Pons, en la presentación de los presupuestos, el dinero no da para más y había que fijar algunos topes.

La UIB ha tenido manga ancha con los nuevos númerus clausus, y en muchos casos supera incluso al número de alumnos que ingresaron este curso. Por ejemplo es el caso de Matemáticas: este curso se matricularon 36 personas y el límite establecido para el curso que viene es de 45 plazas, con lo que en teoría, y si no cambian mucho las tendencias, no habría excesivo problema para conseguir plaza en este estudio. Pero también hay casos en los que la Universitat ha sido más restrictiva, como sucede con Geografía, donde se ha establecido un tope de 65 estudiantes, cuando el pasado mes de septiembre se matricularon 111.

Respecto a los estudios que ya tenían límite de plazas, la institución académica solo ha modificado uno, el de los estudios de Trabajo Social y donde antes podían matricularse hasta 120 estudiantes ahora solo podrán hacerlo 100.

Los estudios ofertados por los centros adscritos, los títulos del Alberta Giménez y Turismo, son los únicos grados que acogerán a todos los interesados.

Además de estos datos, la Universitat ha colgado en su web la información sobre las notas de corte del presente curso, que pueden servir de orientación para el próximo periodo académico. Los alumnos van entrando en los estudios por orden, según las calificaciones obtenidas haciendo media entre los exámenes de acceso a la Universidad y las notas de Bachillerato. La nota de corte es la calificación del último estudiante que logró entrar en la titulación (por eso en el gráfico superior no se han especificado algunas notas de corte: son los estudios que hasta ahora no tenían límite de plazas).

Notas de corte de 5

Cabe recordar, que con la modificación de la Selectividad, la nota máxima que se puede alcanzar es un 14 y no un 10. En el caso de la UIB, se observa que en muchos casos la nota de corte no pasa del 5. Las carreras más disputadas no han variado y Enfermería, con una nota de corte de 8,285, y Fisioterapia, con un 7,55, siguen siendo las líderes del ranking, seguidas por Bioquímica y Educación Infantil.

Mateu Servera, vicerrector de Ordenación Académica, asegura, que los númerus clausus constituyen solo una «medida de cautela» y no persigue «reducir el alumnado que entra en la institución». Así lo ha indicado ya a los institutos de Educación Secundaria en un escrito, asegurando que el número total de plazas que se ofertarán el próximo curso será, a pesar de que haya topes máximos en todos grados, «prácticamente el mismo que el de alumnos de nuevo ingreso del presente año académico». Servera insiste en que el objetivo del tope de alumnos, que «no se han de entender como un sistema rígido e inamovible», es poder hacer «una planificación adecuada» y, en suma, «dar la atención y formación adecuada a los alumnos que entren».

Cuando se conozcan los datos de matriculación del próximo curso sabremos si los númerus clausus se traducen en un descenso de alumnado o no. Lo cierto es que en el presente curso los recortes presupuestarios que ha venido sufriendo la UIB en los últimos años ya se han traducido en una pérdida de matrículas. Este curso la institución ha contado con 4.418 estudiantes nuevos, un 4,2% menos que en el periodo 2010-2011. En cifras absolutas el descenso no es abultado (194 estudiantes), pero aún así es remarcable ya que significa que las matrículas se estancan e incluso empiezan a descender después de varios años seguidos de incremento de alumnado.

El presupuesto de la UIB para este año es de 88,221 millones de euros, un 14% menos respecto al ejercicio anterior. La caída se explica por que el Govern ha reducido en un 5,4% su transferencia nominativa a la Universitat, quedándose en 54,264 millones. Sumando los recortes de los últimos tres años, la UIB ha sufrido un recorte global del 17% de su asignación en los tres últimos ejercicios.