Los vecinos y los turistas que se acercaron ayer a Sant Vicent de sa Cala y a Sant Francesc de s´Estany disfrutaron de un particular domingo de resurrección que coincidió este año con el día grande de las fiestas patronales de ambas localidades. El obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, presidió la homilía en la parroquia de sa Cala, a la que siguió una procesión, al igual que en la localidad salinera. Muchos turistas que aprovecharon la soleada jornada para disfrutar de un día de playa en ses Salines o en es Cavallet se vieron sorprendidos con un corte de tráfico, que apenas duró un cuarto de hora, por la procesión de Sant Francesc.

Como en años anteriores, la iglesia se quedó pequeña y muchas personas escucharon la misa desde fuera, algunas sentadas a la sombra debajo de un árbol. La imagen de San Francisco de Paula encabezó la procesión, al ritmo de la música tradicional de la colla de Sant Jordi.

Una vez que las seis imágenes regresaron a la parroquia, mientras la única campana no paraba de sonar, comenzó la exhibición de doma menorquina. Primero saltó al ´ruedo´ (un pequeño terreno situado entre un lateral de la iglesia y una salina) Bruno Serra, que dirigió a ´Truc´.

´Reprises´ de doma menorquina

El ejercicio de ´riendas largas´, en el que el jinete guía a pie al caballo, fue muy aplaudido. A continuación Vicky Guasch, que montó a ´Kley´, sorprendió a los asistentes con los ´reprises´ de la doma menorquina. La fiesta se fue animando y muchos turistas saborearon por primera vez en su vida el flaó y las orelletes, gentileza de los parroquianos.

Mientras las casi cien personas que se congregaron en el exterior de la iglesia disfrutaban de los refrescos, el licor y los dulces (todo gratis), Bruno Serra concluyó el tercer ejercicio de doma, los ´movimientos típicos´, que fue el que provocó las mayores ovaciones, sobre todo cuando ´Truc´, un bello ejemplar de color negro (como todos los caballos de pura raza menorquina) se puso en vertical sobre los cuartos traseros a menos de medio metro del público.

La fiesta concluyó casi a las dos y media con una actuación de ball pagès de la colla de Sant Jordi. Los más de quince miembros de la agrupación folclórica, entre ellos varios niños, bailaron sobre el escenario habilitado junto a la iglesia. Gran parte de la corporación municipal de Sant Josep, entre ellos la alcaldesa Neus Marí, disfrutaron de la fiesta.

Algo similar ocurrió en sa Cala, donde el alcalde y conseller de Agricultura, Antoni Marí, Carraca, y el presidente del Consell, Vicent Serra, acompañaron al obispo en la procesión. Los actos centrales de la fiesta se han trasladado este año del 5 al 8 de abril porque San Vicente Ferrer coincidía con el Jueves Santo. Como siempre, las guirnaldas de colores adornaron la plaza de la iglesia, que acogió los actos centrales de la fiesta, como los bailes tradicionales.