­Las lluvias llegaron ayer a las Pitiusas tal y como estaba previsto, pero con una intensidad difícil de prever. El episodio tormentoso de lluvia y granizo se originó en el interior de la isla, desde donde se extendió hacia el sur y Santa Eulària. Es en esta localidad donde, según el centro de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) en Balears, el aguacero cayó con mayor virulencia, aunque no se dispone de datos de precipitaciones, explicó su responsable, Agustí Jansà.

Esto es debido a que los únicos centros de recogida de datos se hallan en el aeropuerto, al que no llegó la lluvia, y Sant Joan, lejos del ´epicentro´ del temporal. Donde mayores consecuencias tuvo el aguacero, y la espesa granizada que lo acompañó, fue en Vila y su entorno.

Los imbornales de varias calles de la ciudad no dieron abasto para evacuar tanta agua y algunas tapas de alcantarilla se salieron de sitio. En las vías de circunvalación, el agua acumulada anegó parcialmente varios tramos y fue necesaria la presencia de agentes de la Policía Local, que cortaron durante 10 minutos uno de los carriles del primer cinturón de ronda a la altura del Cetis, y de la Guardia Civil, en el segundo, para alertar a los conductores del riesgo de aquaplanning.

El Ayuntamiento de Vila informa además de que un equipo de limpieza acudirá hoy a ses Figueretes, donde ayer la lluvia causó un vertido de residuos del subsuelo.

Varias calles de Puig d´en Valls sufrieron también inundaciones debido a la tromba de agua y un coche quedó atrapado en el túnel bajo el segundo cinturón, que se cerró durante 15 minutos.

Además, los bomberos acudieron al edificio Rialto, en la avenida de Pere Matutes de Vila, a achicar agua del parking, situación que se produce a menudo, según fuentes del parque insular, dado que «nadie le pone solución».

Según el radar de precipitaciones de la Aemet, se llegaron a acumular 48 milímetros de agua por metro en la zona de Vila entre las 14.30 y las 15 horas, mientras que las mediciones muestran que la mitad oriental de la isla recibió de 30 a 36 milímetros de manera constante durante la tormenta, hasta las 17 horas de ayer. Entre las 14 y 15 horas se registró la descarga de 51 rayos, mientras que en las horas anterior y posterior se llegó al centenar de relámpagos.

Jansà calificó de «normal» el episodio tormentoso de ayer, dado que esta es una época del año con mucha inestabilidad meteorológica. La previsión anuncia que la probabilidad de lluvia será más alta hoy y mañana, Viernes Santo. Durante este largo puente festivo las temperaturas inician un leve descenso que no remontará hasta el próximo lunes.