Ibiza Dance Company (Ibidanco) presenta este domingo a las 19 horas en Can Ventosa ´Ibiza´s Painted Tales´, un espectáculo de danza que sus creadores, la coreógrafa y bailarina Emmanuela Torres y el músico F. X. Altrón, presentan como «un bucólico paseo desde los desinhibidos 60 hasta hoy». Así, a través de varias coreografías, el espectador asiste a un relato visual de la historia reciente de Ibiza, sus personajes y su espíritu.

La obra se presentó en el Palacio de Congresos de Ibiza en diciembre del año pasado y ahora vuelve a la isla después de pasar por Maó, donde tuvo una excelente acogida, y por Palma, donde también recabó buenas críticas. También tienen previstas actuaciones en Torrevieja y Castellón, por confirmar, además de una actuación en el Teatro Barakaldo de Bilbao el 10 de mayo. La ilusión de Torres es llevar la obra también al teatro Fernán Gómez de Madrid, donde ella debutó como bailarina en la capital.

La propuesta es sencilla y a la vez ambiciosa: mostrar a través de diferentes coreografías la Ibiza de las últimas décadas. Sobre el escenario, junto a Emmanuela Torres, danzarán tres bailarines de Madrid, Valladolid y Cuba. Altrón y Torres realizaron un casting en Ibiza pero no encontraron candidatos bien preparados, lo que para Torres «es una pena», confiesa y asegura que está deseando «que se ponga en marcha la sección de danza del Conservatorio de Ibiza».

El montaje cuenta con proyecciones de imágenes de Vicent Marí, fotógrafo de Diario de Ibiza, y Josep Buil Mayral, estas últimas pertenecientes al Arxiu d´imatge i so del Consell de Ibiza. La actriz Anna Xantal Sanou se ocupa de la voz en off, que introduce las diferentes partes de la historia.

La música es esencial en esta obra y para ello el músico F.X. Altrón ha contado con la colaboración de Joan Barbé e Iván Doménech, a los que califica como «excelentes músicos, excepcionales». El resultado es un curioso filtro de música clásica a través de sonidos de recuerdan a Pink Floyd o The Doors. «La música va evolucionando durante el espectáculo hasta la parte electrónica de los dos últimos actos», explica Altrón. Torres destaca también que las coreografías podrían enmarcarse en un estilo neoclásico contemporáneo. «Hemos puesto el alma, la energía y el corazón en el baile», subraya la bailarina.

Montar esta obra, que repasa la historia más reciente de Ibiza, les ha hecho reflexionar sobre lo que la isla ha perdido en este tiempo. Altrón está convencido de que la gran diferencia es que en los 60 ó 70 «la gente que venía se quedaba porque se enamoraba de la isla, realmente sentía amor por ella y, con los años, cada vez ha venido más gente a la que solo le interesaba trabajar y que no tiene ningún vínculo con la isla». A pesar de todo, «Ibiza sigue siendo maravillosa», subraya el músico, que cree que la entrada de las drogas sintéticas «marcaron un antes y un después». En esta línea, Torres explica que la isla «ha perdido espontaneidad, en cierto modo se está marbellizando un poco, mientras que antes era todo más natural y menos show», subraya. A modo de anécdota, Altrón recuerda que, hace muchos años, él y unos amigos vieron una furgoneta que paraba y comenzaba a colocar un semáforo en el cruce del Montesol. «Ese día comprendimos que estábamos presenciando un antes y un después de Ibiza», explica.