El Govern balear se ha comprometido con el Consell de Ibiza a pagar los defectos de construcción del segundo cinturón de ronda (E-20), la carretera de Sant Josep y la variante de Santa Eulària, pero primero quiere saber cuánto costará. La consellera insular de Movilidad y Medio Ambiente, Pepa Costa, insiste en que la institución no asumirá la titularidad de estas vías, aún en manos del Ejecutivo autónomo, hasta que no se arreglen los problemas que se arrastran desde su construcción: la falta de drenaje que produce inundaciones en determinados tramos e irregularidades del pavimento como blandones y roderas.

Pepa Costa ya ha presentado en la conselleria balear de Administraciones Públicas el informe con todos los defectos de construcción de las tres carreteras. Pese a que hay un principio de acuerdo para arreglarlos, el Govern balear ha pedido al Consell que primero le pase una relación con el coste de los trabajos.

La consellera Pepa Costa sostiene que, posteriormente, cuando se tenga «el compromiso» del Ejecutivo autónomo de que pagará los desperfectos, el Consell decidirá, caso por caso, si ejecuta las obras antes de recibir el dinero. Algunas cuestiones, como los defectos de pavimento, se podrían llevar a cabo igual que el resto del mantenimiento de la red viaria, «con la seguridad de que el coste será después abonado por el Govern».

En cuanto a otros defectos «más importantes», se decidirá según «la urgencia y la disponibilidad presupuestaria del Consell», según apunta un portavoz de la institución. «Eso sí, no se hará nada sin el compromiso previo del Govern de que pagará porque se consideran defectos de construcción y, por tanto, son de su responsabilidad», agrega.

Falta de sumideros

En el caso de la carretera de Sant Josep, el informe del Consell apunta que existen diversos defectos en el pavimento y problemas de drenaje en el tramo que une Can Sifre con Can Bellotera y otros puntos quilométricos por el insuficiente número de sumideros instalados. También exige una mejora de algunos accesos y de la señalización, por ejemplo un poste de preaviso de la rotonda de Can Burgus. En cuanto a la variante de Santa Eulària, el Consell pide la mejora de la señalización de los hitos quilométricos y la supresión de barreras arquitectónicas.

El segundo cinturón de ronda. El Ejecutivo considera «prioritario» el paso elevado de Blanca Dona

El Govern considera «prioritaria» la instalación de un paso elevado para peatones en el segundo cinturón de ronda, a la altura del enlace de sa Blanca Dona, una reivindicación de los centros educativos. El anterior Ejecutivo hizo el proyecto pero, por falta de presupuesto, lo dejó en un cajón, pese a la insistencia del exconseller Albert Prats para que se realizara. La conselleria de Administraciones Públicas se ha comprometido ante la consellera Pepa Costa a ejecutarlo en cuanto cuente también con «la suficiente disponibilidad económica».

Asimismo, en el informe en el que se recogen los defectos de construcción de las carreteras pendientes de traspaso, el Consell incluye el problema de drenaje que provoca la inundación del paso inferior de Puig d’en Valls. En las alegaciones al Plan Hidrológico de Balears, la institución insular también ha reclamado al Govern que subsane este problema con «urgencia». Aparte, el Consell también alerta del riesgo que entraña para los usuarios de la vía los problemas de inundaciones que se producen en la rotonda situada junto al Recinto Ferial (el enlace de sa Blanca Dona) y la glorieta del enlace de Jesús, que en una ocasión se tuvo que cerrar al tráfico.