Mientras algunos centros educativos exhiben en su exterior pancartas en las que denuncian el dinero que aún les debe el Govern y aún resuenan los ecos de las protestas contra los recortes desarrolladas en algunos centros (sobre todo en Mallorca, pero también en Formentera), el presidente, José Ramón Bauzá, presentó ayer un ambicioso documento que recoge un «diagnóstico realista» sobre la situación del sistema educativo de Balears y sobre el que pretende llegar a un «pacto social por la educación» en el que se impliquen desde los partidos políticos con representación parlamentaria hasta los agentes sociales. En este primer borrador, el Govern no ha eludido temas polémicos y ha incluido la libre elección de la primera lengua en la enseñanza, que aparece recogida en el artículo Régimen Lingüístico del sistema educativo.

El texto no precisa cómo se llevaría a cabo esta libre elección, pero sí recuerda que se aplica en cumplimiento del artículo 18.1 de la Ley de Normalización Lingüística y que en ningún caso se hará separando a los niños por centros en función de la lengua que elijan sus padres. En el artículo también se recoge que serán objeto «de estudio y protección» las distintas modalides insulares del catalán, sin «perjuicio de la unidad de la lengua». Se recuerda además que el modelo lingüístico del sistema educativo baleares el de «bilingüismo integral», lo que significa que los contenidos curriculares se han de vehícular en las dos lenguas oficiales.

La presentación del ´Documento base para un Pacto social por la educación en las Illes Balears´ se desarrolló en el Consolat de Mar de la mano del propio Bauzá y del conseller del área, Rafael Bosch, ante un auditorio formado por partidos políticos, exconsellers de Educación, la UIB, el Consell Escolar, patronales, colegios profesionales, sindicatos o la Federación de municipios, entre otros asistentes.

El texto, redactado por la conselleria a partir de fuentes oficiales (Ministerio de Educación, INE, Institut d´Avaluació i Qualitat del Sistema Educatiu, Servei d´Explotació de Dades d´Educació) parte de la base de que la educación «debe ser considerada una herramienta básica e imprescindible para la construcción de una sociedad cohesionada, democrática y próspera y, así, se convierte en una necesidad y una responsabilidad social». Esta es la razón por la que el documento plantea que «todos los agentes (comunidad educativa y sociedad en general) se deberían comprometer».

Bauzá destacó durante el acto que los tres grandes objetivos de ese Pacto social por la educación es conseguir la excelencia, la equidad y la estabilidad del sistema educativo balear e insistió en que el Govern además de las medidas a corto plazo para superar la crisis, aplica otras «a medio y largo plazo basadas en el sistema educativo».

«Se impone la necesidad de una reflexión compartida sobre la realidad educativa de Balears y un impulso para la reforma del sistema a través del compromiso institucional, de las entidades y de las personas que están directa o indirectamente relacionadas con la educación», reza el documento.

El conseller explicó en rueda de prensa que la intención del Govern es que los pactos que se realicen estén alejados de los «particularismos» y que «no se tenga que volver a atrás» en los acuerdos que se establezcan. Bosch anunció que esperan tener el Pacto «firmado antes de que acabe el año» y aclaró que es un documento «de bases» y que por eso aún no hay medidas concretas, aunque precisó que algunos temas que se están tratando son la «planificación de recursos de la autonomía de centros o la aceptación del modelo pedagógico en los dos modelos de centros –privados y concertados–.

El documento plantea que la educación «es un bien público y un derecho básico» y el compromiso de destinar «en el marco de una gestión eficiente de los recursos y en función de las posibilidades» una dotación presupuestaria suficiente para educación por parte del Govern. Además, se establecerá un calendario para fijar las actuaciones «derivadas del pacto» y se constituirá una Comisión de seguimiento para supervisar el cumplimiento de los acuerdos.

Las reacciones

LA OPOSICIÓN

Escepticismo ante los recortes y el acto «litúrgico de atrezzo»

El PSIB prefirió esperar a conocer los detalles de la propuesta del PP antes de realizar una valoración, mientras que el PSM-IV-ExM consideró que el acto había sido una especie de «atrezzo» y «un acto litúrgico».