Los estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y de Bachillerato del Instituto Marc Ferrer de Formentera siguieron ayer masivamente la huelga convocada en todo el país por las organizaciones estudiantiles para protestar contra los recortes en Educación y en solidaridad con los estudiantes valencianos, especialmente los del Instituto Lluís Vives, que sufrieron hace unas semanas la brutalidad policial al iniciar sus protestas.

De los 350 alumnos que acuden cada mañana a clase en el IES Marc Ferrer, ayer solo entraron en las aulas una quincena que fueron atendidos con normalidad por los profesores.

Mientras tanto, en el exterior del recinto los alumnos en huelga se organizaban confeccionando las pancartas que luego extenderían en la plaza de la Constitució de Sant Francesc. Sobre las 10,30 horas unos 200 estudiantes se dirigieron a la citada plaza e iniciaron una sentada, extendiendo pancartas en el suelo, ante la curiosidad de los viandantes.

A los pocos minutos la Guardia Civil hizo acto de presencia y dos de ellos explicaron a los representantes de los estudiantes que no contaban con la preceptiva autorización para manifestarse, al mismo tiempo que les informaban sobre su derecho constitucional aunque siempre dentro de lo que marca la ley, es decir, con la autorización de la Delegación del Gobierno en Balears. También les relataron que el director general de la Administración del Estado en las Pitiusas, Rafael García Vila, les había ordenado realizar un informe que incluyera la identificación de los representantes de los jóvenes, que tuvieron que facilitar su documentación. Finalmente, les advirtieron de que si continuaban con la protesta, podrían ser multados.

La respuesta de los estudiantes fue una consulta asamblearia sobre el terreno, en la que por asentimiento acordaron que todos contribuirían para abonar una posible multa. La sanción a la que se enfrentan, en caso de denuncia, oscila entre los 301 euros y los 6.000 euros. Aclarado este punto, los estudiantes mantuvieron su actitud de protesta pacífica aunque se pusieron en pie y comenzaron a gritar consignas reclamando «una educación de calidad para no hipotecar su futuro». Entre las pancartas desplegadas se podía leer: ´La única batalla perdida es la que no se lucha´, ´Gastos militares para los estudiantes´, ´No es crisis, es estafa´ y ´Manos arriba, esto es un atraco´, entre otras. Los jóvenes, que explicaron que habían solicitado permiso al Consell de la isla para manifertarse, permanecieron en la plaza hasta prácticamente las 14 horas.

Al final, varias madres pidieron explicaciones a los guardias civiles sobre por qué habían recogido los datos personales de algunos de los estudiantes.