La calle Joan Xico de Vila se convirtió ayer por la tarde en el centro de atención festiva de la ciudad con la primera exhibición de carretons o carrilanas que el Ayuntamiento había incluido en el programa de fiestas del Carnaval 2012. Participaron una veintena de vehículos de diferentes categorías, que realizaron, uno a uno, cuatro recorridos entre la vieja Comandancia Militar y la Vía Púnica entre las 16 y las 19 horas.

La carrera transcurrió sin incidentes importantes, aunque se produjo algún que otro golpe, como el que tuvo el cuatro ruedas ´Vaig Fort 2´, que en una curva chocó contra los neumáticos de protección y rompió la dirección, por lo que quedó inmovilizado. Sus dos ocupantes, Sergio Serra y Carlos Tur, resultaron ilesos. Otro vehículo chocó contra la ambulancia dispuesta para la carrera junto al colegio de la Consolación, sin mayores consecuencias.

La actividad se presentaba en el programa de fiestas como ´exhibició de carretons´, aunque los mismos organizadores han celebrado antes pruebas similares en los municipios de Sant Antoni y Sant Josep, con el nombre de carrilanas, que es como se conoce a estos elementos en Asturias, la región española donde se inició esta afición, también muy extendida en Cataluña.

Los carretons, carrilanas o goitiberas (internacionalmente, soap box) son vehículos de construcción no serializada, de dos, tres o cuatro ruedas que imitan a los ciclos y a los coches, pero van sin motor y se mueven por inercia y por la fuerza de la gravedad, aprovechando pistas en desnivel.

En Ibiza se practica desde 2003, cuando se organizó una primera carrera desde ses Rotes hacia Sant Antoni. Desde entonces se han celebrado pruebas en Cala Salada, en las fiestas de Corona y en las de Sant Josep. Hasta ahora las organizaban dos asociaciones distint

Ayer participaron 22 vehículos de cuatro categorías: de tres ruedas, de cuatro ruedas, bicicletas sin cadenas y libres. En esta última hubo dos practicantes del buggy rollin, un sistema en el que el vehículo es el propio corredor, vestido con una coraza provista de ruedas en los pies, rodillas, codos, pecho y espalda y que corre tumbado en el suelo, valiéndose de los brazos para reducir la velocidad y controlar la dirección.

El primer ibicenco que ha practicado este deporte es Antoni Ferrer, herrero, que ya participó el año pasado en la carrera de carrilanas de Corona con un traje que él mismo se había confeccionado, siguiendo un modelo internacional. Ayer tuvo otro compañero en su misma categoría, su amigo Guillermo Fernández, que participó por primera vez.