Asignaturas que se quedan sin profesor durante todo un trimestre porque no se ha cubierto una baja laboral. La calefacción al mínimo mientras llegan a los centros costosos portátiles y pizarras electrónicas adquiridas por el Ministerio de Educación. Los representantes de los alumnos de los institutos de la isla en los que hay jóvenes de Santa Eulària matriculados tuvieron ayer la oportunidad de expresar sus demandas, la mayor parte derivadas de los recortes que ha sufrido los presupuestos de sus centros educativos, ante Daniel Ferrer, representante de la delegación de Educación; Edu Sánchez, concejala de Educación de la Villa del Río; Ana Costa, concejala de Cultura; la presidenta de la Apima del Xarc, Toni Martínez, y el equipo directivo del centro. Un año después de una reunión similar para hablar de carencias, la mayoría siguen presentes o incluso se han agravado por la crisis.

El contraste entre el ahorro en calefacción y en otras partidas básicas mientras llegan a los centros equipos informáticos cuya necesidad cuestionan muchos profesores fue una de las paradojas que denunciaron los alumnos y que avalaron representantes de los claustros como Marga Marí, directora del IES Balàfia, que incluso bromeó con la posibilidad de vender los portátiles «a buen precio» para pagar la luz. Y es que en su centro el presupuesto se ha visto reducido en más de un 24 por ciento, como recordó el portavoz del alumnado de este instituto Joan Carles Rodríguez, que también recordó que la media de recortes por centro es de un 30%.

Aulas masificadas

Las portavoces de los alumnos del instituto Isidor Macabich comentaron que los problemas económicos se están reflejando en carencias de material escolar en algunas asignaturas y también en el hecho de que se han cerrado dos lavabos del centro porque hay menos personal de limpieza, contratado por menos horas.

Por su parte, los representantes del instituto Sa Blanca Dona aseguraron que una baja laboral no cubierta dejó «colgado todo un trimestre» de una asignatura de 3º de ESO. Además, cuentan con aulas con una media de 30 alumnos, por encima de lo recomendable.

Elena Marí, portavoz del alumnado del IES Xarc, puso de manifiesto la «inquietud» de toda la comunidad educativa por la gran cantidad de alumnos matriculados en el centro, que ha obligado a crear «hasta siete grupos en algunos cursos». La situación puede volverse insostenible el próximo curso, alertó. «No necesitaremos calefacción», señaló, en broma, la profesora del Xarc Vicky Alemany, en referencia a la masificación de alumnado que se les viene encima.

Otro de los problemas a los que se enfrentan los claustros de profesores es la falta de formación necesaria para manejar adecuadamente las pizarras electrónicas y configurar los miniportátiles para los alumnos. Ante la escasa agilidad de la Administración para organizar cursos de formación (se deben solicitar de un curso para otro) los docentes no descartaron optar por vías intermedias como que los profesores más diestros enseñen a los que tengan dificultades. Los profesores reconocieron que ha faltado formación y que en muchos centros están «desbordados» por la introducción de nuevas tecnologías mientras se recorta más y más de otros apartados. De todos modos, el representante de Educación, Daniel Ferrer, recordó que los ordenadores «forman parte de una partida cerrada del Gobierno central que no tiene nada que ver con el presupuesto en Educación de la Comunitat Autònoma».

Por otra parte, Toñi Martínez, presidenta de la Apima del Xarc, anunció que ayer comenzaron a impartir clases de refuerzo, financiadas por alumnos y Apima, con las que pretenden contrarrestar la supresión del PROA (Programa de Refuerzo, Orientación y Ayuda). Marga Marí, directora del IES Balàfia, felicitó a Martínez por la iniciativa pero puntualizó que «si se carga los gastos al alumno y a la Apima, eso no es escuela pública. Enhorabuena por la iniciativa, pero qué vergüenza», apostilló.