La comunidad educativa teme nuevos recortes a partir de marzo

En el mismo acto el alumno del instituto Balàfia de Sant Llorenç Alejandro Torres denunció que los estudiantes de este centro tienen serias dificultades para seguir sus clases por falta de cortinas. La mitad de los alumnos de cada aula no pueden ver la pantalla por el reflejo del sol. Esta deficiencia, que debía haberse solucionado a principios de curso, se mantiene aún por la política de austeridad emprendida por el Govern.

Alejandro Torres expuso también otros problemas derivados de la situación económica actual. Así, se refirió a las quejas recibidas del alumnado de la Escola d´Arts, que se ven obligados a asistir a clase con mantas, debido a la falta de calefacción, lo que él considera que incide muy negativamente en su rendimiento.

También se refirió al mal estado del material del laboratorio de su centro, al retraso con que se cubren las sustituciones de profesores que están de baja y al «desánimo» que afirmó transmiten los docentes a partir de los recortes de su salario. Aludió asimismo al mal uso que se está haciendo de las pantallas electrónicas, cuya compra ha supuesto un gasto importante, cuando falta mucho material para los alumnos.

En el acto participaron varios profesores, algunos en representación de distintas centrales sindicales, así como también la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), Conchi Romero, o Sebastián Franch, representante del personal administrativo de los institutos.

El turno de intervenciones lo abrió el profesor de matemáticas Pere Lomes, representante del sindicato STEI, quien aportó cifras sobre el gasto que el Govern destina a la educación: Este año ascenderá a 743 millones de euros, con un descenso del 13 por ciento respecto a 2011.

También comparó estos gastos con otras comunidades españolas y con otros países occidentales. Según dijo, los gastos en educación en las islas son del 3,2 por ciento del PIB, cuando en el resto de España alcanza el 4,3 y en países europeos como Finlandia oscila entre el 7 y el 8 por ciento. Y además, denunció la «precariedad» en la que se encuentran las infraestructuras educativas en Ibizay Formentera.

Joan Buades) recalcó durante su intervención que de los recortes del Govern en educación «solamente estamos en el aperitivo» y aventuró que serán mucho más importantes a partir de marzo. Buades reclamó a todos «un esfuerzo» para proteger esta profesión.

«Que escuchen a los padres»

La presidenta de la FAPA, Conchi Romero hizo un llamamiento a todos los sectores de la comunidad educativa para que trabajen en la misma dirección y reclamó a los políticos que escuchen a los padres y que aumenten su inversión en educación.

Lamentó la continuación en los centros de las Pitiüses de unas ratios superiores a lo aconsejable y que se haya reducido el presupuesto para gastos en ayudas al transporte o en seguridad, calefacción o material antiincendios. Criticó medidas como el incremento de las horas lectivas para los profesores o las reducciones de su salario, lo que resta atractivo a la profesión de docente. «Los retrocesos en la educación tardarán mucho en ser superados», aventuró Romero.

El auxiliar administrativo Sebastián Franch lamentó que al final los recortes educativos van a afectar directamente en el nivel de vida de los profesores y la calidad de la enseñanza que reciban los alumnos. También se refirió a los directivos de los centros, de los que afirmó que «lo están pasando muy mal», ya que deben afrontar de su propio bolsillo muchos gastos que no les corresponden, y «son también docentes y compañeros».

Salvador Aguilera, profesor deSa Blanca Dona y miembro de Ibiza Toma la Plaza hizo un análisis sobre la situación económica y lamentó que una quinta parte del presupuesto del Govern deba dedicarse a amortizar la deuda. Reclamó actuaciones conjuntas para afrontar el problema.