Dolly es el personaje más carismático de Juanfra Becerra, una drag queen cercana y dicharachera, con la que acaba de concluir la cuarta temporada del espectáculo ´Goodbye Dolly´ en los escenarios madrileños. Esta singular dama de la escena nació en la película ´Más que amor frenesí´, de Menkes, Albacete y Bardem, rodada en 1996, y se ha popularizado en la noche madrileña gracias a sus actuaciones fijas en el restaurante Gula Gula.

–Iba para administrativo pero hace 16 años que es Dolly.

–Todo empezó en el GAT. Merche Chapí me enseñó los principios básicos de la interpretación, a colocar la voz... Aprendí muchísimo con ella. Me tiraba la interpretación y como tenía unos amigos estudiando en Madrid me lié la manta a la cabeza y allá que me fui. El primer año estuve estudiando en dos academias de interpretación. Muy pronto comencé a cobrar mi primer sueldo como profesional con un espectáculo de cabaré en el mismo circuito en el que actuaban Las Virtudes, Anthony Blake...

–¿Cómo nació Dolly?

–Interpreté a varios personajes, masculinos y femeninos, hasta que me ficharon para ´Más que amor frenesí´ , de Alfonso Albacete, David Menkes y Miguel Bardem para interpretar a una drag de Dolly Parton. ¡Iba con unas plataformas de 25 centímetros! Claro que entonces yo estaba mucho más delgado y era mucho más joven [risas]. Hicieron una segunda parte que se tituló ´Atómica´, que no tuvo tanto éxito y para la que también contaron conmigo.

–Y después el personaje se independizó.

–Justo en el año 1996 se abrió el restaurante Gula Gula en Madrid, que ofrece espectáculos de drag queen... era algo nuevo. Entré con los disfraces de la película pero, poco a poco, fui haciendo mío el personaje. Comencé en el año 1997 y hasta la fecha. Uno de los artistas que pasó por el Gula Gula fue Eduardo Aldán, que tuvo su apogeo cuando presentó ´Caiga Quien Caiga´ con Deborah Ombres. Él tenía una idea medio escrita sobre la historia de una diva que se retira después de estar toda la vida en el mundo del espectáculo sin tener ningún éxito, un personaje que finalmente me ofreció y que se convirtió en ´Goodbye Dolly´. No me lo creía pero en mayo de 2009 estrenamos. El final de la cuarta temporada fue en diciembre de 2011.

–Debe ser muy difícil mantenerse en cartel tanto tiempo en Madrid.

–Mucho, ten en cuenta que espectáculos de toda España quieren los teatros de Madrid. Incluso hay gente que lo hace gratis, pidiendo solo un pequeño porcentaje de la taquilla.

–¿Qué tiene Dolly que gusta tanto?

–Mi agencia no me vende como una drag queen sino como un actor que interpreta un papel femenino. En realidad tienen razón porque no es la típica drag de chiste fácil de ´teta-culo-pedo-pis´. No es solo un tío con peluca sino un ente, un personaje. No es soez, ni basto ni chabacano, no emplea el recurso fácil. Sí es picante y tiene ciertas licencias, pero dentro de un humor muy blanco. Trabajo siempre con guion, aunque intento que suene todo muy fresco.

–¿Cuántas horas le cuesta a Juanfra Becerra convertirse en Dolly?

–Uno ya empieza en casa con la depilación. El personaje de la Agrado de la película de Almodóvar ´Todo sobre mi madre´ decía: «Todas procedemos del mono y si eres folclórica, mucho más». Para que el personaje sea femenino hay que hacer una buena depilación. En el maquillaje empleo una hora u hora y cuarto. Hay que borrar toda la cara y rehacerla, es casi pintar un lienzo en blanco. Cejas, contorno de los labios, pómulos... me encanta, es muy creativo y he mejorado mucho con los años, porque al principio lo hacía fatal. Algunas amigas me piden trucos de maquillaje pero claro, les digo que si las maquillo yo van a parecer una drag queen. He aprendido a maquillar mi cara y tal vez puedo ayudar a una amiga... pero lo que es maquillar, no.

–¿Te llevas bien con Dolly o pesan tantos años juntos?

–Le tengo un gran cariño porque la he visto evolucionar. Se ha convertido en una gran dama de la escena. Al principio era mucho más alocada y juvenil, luego más Ana Obregón y ahora tiene un perfil de dama de los años 50, con mucho glamour. Es un personaje femenino. Intento que Dolly sea siempre una señorita, que vaya siempre muy bien peinada, muy bien maquillada. Que lleve su tacón. Que vean a una señorita. No me gusta recordar en todo momento que soy un hombre, salvo en algún momento puntual del espectáculo. Ahora tengo en cartel ´Las rubias no somos tontas´, que llevo interpretando muchos años y que es muy feminista y muy promujer. Hablo, por ejemplo, del machismo del vocabulario español y critico algunos comportamientos que damos por hechos en lo cotidiano.

–¿Se imaginaba que Dolly iba a adquirir este protagonismo? ¿Le gustaría ser actor sin maquillaje y peluca?

–Llevo casi 16 años viviendo de Dolly y siempre he tenido trabajo. Es verdad que quizás no me ha dado tiempo a parar y replantearme otros caminos. Hace poco me ha pasado algo curioso. He participado en el programa ´Atrapa un millón´, pero no como Dolly sino como ´Juanfra Becerra, administrativo en paro´, con mi cuñado, que me metió en el embolao. Participé primero en el especial de famosos con Pastora Vega y ganamos 20.000 euros, ¡a cobrar en cinco meses! Después participé con mi cuñado y ahí ganamos 25.000, a repartir entre dos, claro. A la directora artística del concurso le gusté y pasé el casting como yo mismo, no como Dolly... Pero este programa tiene tanta audiencia que la gente me ha reconocido por la calle y no me ha gustado nada. Yo siempre he sido anónimo. Dolly es una máscara, no me reconocen, salvo que esté caracterizada...

–¿Le gustaría traer a Dolly a Ibiza?

–Me encantaría. El montaje ´Goodbye Dolly´ necesita más infraestructura pero el de ´Las Rubias no somos tontas´ es un monólogo que solo necesita micrófono, foco y un escenario. Sería como un Club de la Comedia. En Eivissa solo he actuado en despedidas de soltera de amigas de la infancia, pero nunca en público.

–Proyectos nuevos que se puedan contar...

–Tengo varias cosas pero no se puede contar mucho. Un proyecto de teatro-cabaré que está a punto de cuajar... otro relacionado con la hostelería y también participo en la Gala Drag Queen de Torrevieja. Dolly va de estrella invitada, a presentar... Yo ya estoy mayor para presentarme a concursos tacón arriba, tacón abajo [risas].