El Ayuntamiento de Sant Josep informó ayer del inicio de una campaña para la retirada de residuos peligrosos que han sido abandonados en puntos de recogida de basuras dispersos por todo el municipio. «Los operarios están retirando principalmente escombros y restos de obras que pueden contener fibrocemento (amianto) y ser por tanto peligrosos para la salud», explica el Consistorio en una nota de prensa.

La iniciativa «surge tras detectarse la presencia de estos residuos junto a los contenedores de basura en varios lugares del municipio», añade la nota, en la que se recuerda que el vertido no controlado de «cualquier clase de residuos» está considerado como una falta grave por la Ley de Ordenanzas municipales y conlleva «importantes sanciones económicas que pueden llegar hasta los 3.000 euros».

El Ayuntamiento insiste, tras calificar de «irresponsabilidad» el depósito de estos residuos peligrosos en la vía pública, en que los contenedores «son para residuos domésticos asimilables y el resto de residuos deben ser gestionados por empresas autorizadas».