El Ayuntamiento de Ibiza asegura que embellecerá con jardineras la plaza Antoni Riquer, en la Marina, después de que allí se hayan talado trece árboles a petición de la Asociación de Comerciantes del Puerto y de los vendedores del mercadillo que se instala en este lugar. Los vendedores afirman que la tala está justificada porque los árboles estaban enfermos, causaban alergias y atraían a los pájaros, cuyos excrementos «podían ocasionar infecciones» y perjudicaban al turismo.

La medida no ha contentado a todos los residentes y trabajadores del barrio y algunos de ellos han mostrado su disconformidad. El Consistorio asegura que los siete plataneros cortados tenías tres o cuatro décadas y las seis robinias no más de diez años. Fuentes municipales añaden que un informe técnico de Medio Ambiente avalaba la necesidad de la tala y que ninguno de los árboles se encontraba «en estado óptimo».

Comerciantes y artesanos llevaban años solicitando esta tala.