Susi Fresneda, madre de Lucas, un niño con parálisis cerebral profunda, no necesitó pensar ni un segundo lo que quería decirles a los políticos. Le pidieron que redactara una intervención de tres minutos sobre las dificultades a las que ella y otras familias se enfrentan cada día y fue directa, cogió una hoja, un bolígrafo y disparó. Ayer a mediodía, un poco nerviosa y estrenando un vestido comprado hace solo unos días, leyó su escrito en el Parlament, en la sesión extraordinaria celebrada con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora hoy.

Susi, representante de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Ibiza y Formentera (Apneef), tuvo que hacer malabarismos para, por un día, dejar a Lucas, del que no se separa ni durante la noche. Su marido, Curro, tuvo que dejar de trabajar para hacerse cargo de él. Ella dejó su empleo hace muchos años para poder cuidar de su hijo, que necesita atención constante. Susi, Asunción en el carné de identidad, sin embargo, decidió ayer no hablar sobre los problemas y las dificultades del día a día de familias como la suya, sino centrarse en la educación. En la falta de recursos de las aulas en las que están escolarizados niños como Lucas y que llevan más de un año denunciando.

«Entendemos que las personas que no padecen esta problemática desconocen parte de lo que vivimos a diario. Cuando nace un niño o una niña con discapacidad es fundamental que en las primeras etapas de su vida reciba una atención global y específica para favorecer al máximo su desarrollo a todos los niveles: físico, psíquico y sensorial, ya que se ha demostrado que dicha intervención es fundamental para su evolución», comenzó ayer Susi su discurso en el Parlament. Minutos antes, el presidente de la Cámara balear, Pere Rotger, señaló que la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad «debe ser un objetivo prioritario» para los gobernantes. Por si acaso se les olvida pasado el día de hoy, Susi recordó que el servicio de atención temprana que se ofrece en las Pitiusas «peligra» debido a la situación económica, por lo que aprovechó su discurso de 180 segundos para pedir «garantías» y «compromiso» de que se mantendrá.

Un poco más calmada después de los primeros párrafos, Susi entró de lleno en lo que ella y muchas familias con niños discapacitados llevan tiempo denunciando: la falta de recursos en los centros educativos: «Nos encontramos con que no hay un centro de educación especial. Nos lo quieren justificar con la integración en las aulas ASCE y UECP mínimamente equipadas. El problema es que un alto porcentaje de los niños tienen un grado de discapacidad muy elevado. Un 70, un 90 o un 98 por ciento. No tienen un cien por cien de discapacidad porque están vivos». Susi Fresneda insistió en la necesidad de que estas aulas «se adecúen a las necesidades reales de cada niño», para los que aseguró que «lo básico y establecido por ley» no basta. «No son niños que puedan etiquetarse con una cifra de niños por aula», afirmó la representante de Apneef. «Algunas mejoras podrían ser que el personal del aula tenga una presencia completa, no 45 minutos dos o tres días por semana, como es el caso ahora de fisioterapeutas y logopedas. También contar con personal especializado en diferentes tipos de patologías y trastornos, como existen en otras comunidades autónomas en las llamadas aulas preferentes», señaló Susi, que recordó a los políticos que «la Ley de Educación establece una educación personalizada, adaptada a sus necesidades».

En los últimos segundos de su discurso de tres minutos, al que el personal del Govern añadió unos agradecimientos a la conselleria de Salud por el servicio de atención temprana, Susi Fresneda quiso sacarse una espinita que lleva clavada hace meses. «Quiero cerrar esta exposición pidiéndoles a ustedes nuestros políticos que, por favor, se acerquen a estas aulas y vean la realidad de nuestros hijos», concluyó recordando mentalmente las veces que pidieron a los anteriores presidente del Govern y conseller de Educación que visitaran los espacios en los que están escolarizados sus hijos. Aún les esperan.

Parlament. Ni un paso atrás en materia de discapacidad

El Parlament celebró ayer una sesión extraordinaria con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora hoy. Los sillones de sus señorías fueron tomados por las personas con discapacidad, aunque ellos prefirieron llamarse «personas diversamente hábiles». Fueron diputados por un día. Como tales, presentaron sus reivindicaciones ante el presidente del Parlament, Pere Rotger, la consellera de Salud, Familia y Bienestar social, Carmen Castro, y varios diputados presentes en la Cámara. En sus parlamentos, la crisis económica y los continuos recortes fueron uno de los temas estrellas. Con voz unánime exigieron que con excusa de la mala situación económica no se dé un paso atrás en materia de discapacidad. El presidente de la Unión de Asociaciones y Centros de Asistencia a Minusválidos de Balears (UNAC), Manuel Zafra, explicó en el arco parlamentario que los retrasos en los pagos de las instituciones públicas hacen que la situación sea insostenible, además de crear inseguridad e incertidumbre en el sector. Rafel Marc, de 15 años, firme y seguro de sus palabras, exigió que todas las personas deben ser iguales ante la ley y aprovechó su intervención para reclamar a las autoridades que les den las mismas oportunidades que los jóvenes de su edad.

«El Govern está implicado para lograr que vuestro futuro sea una realidad y no solo un sueño como decías en tus palabras», rebatió la consellera.