­La extracción de sal de las aguas del mar es una técnica muy antigua, que se estableció en Ibiza como actividad industrial durante la etapa de dominación cartaginesa. Así lo explica el profesor Julio Martínez Maganto, que ayer pronunció una conferencia en el Museu Arqueològic, dentro del marco de las Jornades d´Arqueologia Fenicio-púnica.

Martínez considera que fueron los cartagineses quienes adoptaron el modelo helenístico de explotación de sal como uno más de los sistemas productivos del Estado, y lo extendieron por el Mediterráneo Occidental. El experto precisó que no existen datos arqueológicos sobre cuándo las salinas se convierten en industria, aunque él sospecha que el sistema productivo con control monopolístico del Estado se extendió en los siglos VI y V antes de Cristo.

«El problema de Ibiza, igual que de otros muchos centros, es que no hay una adecuada visibilidad arqueológica sobre la infraestructura productiva. Las salinas suelen ser simples obras a pie de playa con estructuras de madera, con lo que desaparecen con el paso del tiempo o se convierten en fondeaderos o algo por el estilo, pero no dejan vestigios de salinas como tales», señaló.

Martínez empezó su exposición refiriéndose a la importancia de la sal, que desde tiempos pre y protohistóricos se utilizaba como conservante alimentario y como nutriente esencial para el organismo, tanto de hombres como de animales. El principal foco de obtención de este material, conocido como ´oro blanco´, siempre fueron las salinas marinas.

Gracias a las civilizaciones procedentes de Oriente, en la época protohistórica la extracción de sal en el Mediterráneo occidental experimentó un gran impulso y con el imperialismo cartaginés y luego romano, crecieron paralelamente actividades complementarias como la pesca o la producción de garum y salsamenta. Para el ponente, «las estructuras productivas romanas para explotar recursos marinos son un reflejo de técnicas y sistemas consolidados por los púnicos».

La clave

EXPLOTACIÓN MARINA

El salazón, un sistema iniciado por los fenicios

El modelo de factoría de salazón, que llegó a ser una de las principales fuentes de riqueza procedentes del mar, lo desarrollaron inicialmente los fenicios y lo adoptaron luego los púnicos y posteriormente los romanos, explica el profesor Julio Martínez Maganto, investigador adscrito al departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, que anoche participó en el ciclo del Museu Arqueològic.