­El Centre Sociocultural S´Alamera del Consell Insular presenta desde mañana hasta el 2 de diciembre una muestra antológica del pintor Carloandrés López, con unas sesenta obras firmadas entre 1946 y 2011, y que se presenta bajo el título de ´La llum d´Eivissa´.

La exposición está compuesta por paisajes, bodegones y retratos que en conjunto suponen un reflejo de la evolución que ha tenido Ibiza durante el último medio siglo. Algunos paisajes rurales que pintó Carloandrés López en su primera etapa en Ibiza (finales de los 50 y principios de los 60) hoy han desaparecido para dar paso a la ciudad.

La consellera de Cultura, Pepita Costa, presentó ayer la colección en presencia del artista y también de su hijo Andrés Carlos, que ejerce como comisario. Costa destacó la labor que ha realizado en Ibiza durante más de cincuenta años, no solo como pintor y retratista sino también como enseñante de arte, y recordó que fue durante más de treinta años profesor de pintura de la escuela de Artes y Oficios, centro del que también fue director.

La imagen de la exposición es un retrato de Isidor Macabich que el pintor le realizó en la vivienda del escritor en Dalt Vila y que ahora preside la sala de exposiciones. El propio artista considera que es uno de los mejores cuadros que ha pintado en su vida. El hijo del pintor y comisario de la exposición recalcó que este retrato es la única imagen en la que Macabich aparece con la vestimenta de prelado doméstico del papa. También aparecen en la misma muestra retratos de los hijos y de los nietos de Carloandrés e incluso varios autorretratos.

Nacido en La Coruña en 1926, Carloandrés López estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Valencia y en las escuelas de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y de Sant Carles (Valencia), donde finalizó en 1946. Su primera exposición la presentó en 1948.

Sus inicios están marcados por las influencias del Museo del Prado, especialmente de Zurbarán, aunque también copió obras de Velázquez o de Francisco Ribalta. Posteriormente conoció a los impresionistas y a Cézanne, de quien comenta: «Ha sido el pintor que más me ha gustado y el que ha determinado toda mi obra».

Entre las piezas que se exhiben está un autorretrato de 1948 que López presentó en su primera exposición. Es una pintura en tonos oscuros, que representa esa primera época en la que solamente trabajaba en tres colores: ocre, siena y negro. Su última obra, firmada la semana pasada, es un bodegón de gran colorido, con un juego de té y dos jarros con flores.

Además de Ibiza, López ha expuesto en Palma, Valencia, Madrid y Suiza y ha pintado en lugares como La Pobla de Segur (Catalunya), Morella (València) o Castrourdiales (Cantabria).