El eurodiputado Raül Romeva ha preguntado en el Parlamento Europeo qué acciones se van a emprender para evitar la destrucción de la posidonia entre Ibiza y Formentera, denunciado por la organización conservacionista Oceana en agosto pasado, y qué medidas compensatorias de carácter económico se establecerán.

Romeva ha solicitado iniciativas que garanticen el cumplimiento en España de la Directiva Hábitats y ha reclamado medidas de compensación para las zonas dañadas, que se estiman en 19.000 dólares por hectárea.

La pregunta deberá ser contestada, por escrito, por el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, hasta principios de diciembre.

Oceana fue alertada en agosto sobre la destrucción de praderas submarinas por fondeos irregulares en un entorno declarado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). La organización ya había informado de esta situación en diferentes ocasiones, y tiene documentado los daños originados por un anclaje masivo e incontrolado de embarcaciones de recreo.

La organización internacional de conservación marina se ha puesto en contacto con el Gobierno central, el Govern balear, la UNESCO y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y ha presentado una queja formal ante la Comisión Europea por incumplimiento de la normativa comunitaria.

La posidonia oceánica forma praderas que constituyen un hábitat prioritario contemplado en la Directiva Hábitats (92/43/EEC) y, al tratarse de una planta endémica del Mediterráneo, está reconocida por las Naciones Unidas en el marco mediterráneo como un ecosistema amenazado.

El Convenio de Berna considera la posidonia una especie estrictamente protegida y establece la prohibición de cortar o desarraigar de forma intencionada estas plantas.