­Fiesta Hotel Group, empresa propietaria del Ushuaïa, no tiene constancia de más agresiones de porteros a clientes en este hotel aparte de la de Paulo Baptista a Abel Ureña la medianoche del 19 de agosto, que acabó con la muerte del segundo. Baptista trabajaba como controlador de acceso en la zona vip, donde Ureña desempeñaba funciones de camarero.

El 29 de junio un hombre denunció que Baptista le agredió cuando fue a pedir trabajo. «Hubo un altercado entre Sousa (nombre falso que utilizaba Baptista) y este hombre, pero fuera del hotel», explica un representante de Fiesta. Según él, Sousa les dijo que no hubo agresión. El 12 de agosto un turista denunció que los porteros le habían dado una paliza. «No es cierto, se tiró a la piscina y le pidieron que saliese del agua. Quince amigos se abalanzaron sobre los porteros, por lo que les invitaron a abandonar el hotel», según el representante de Fiesta. Desde el grupo sí reconocen que despidieron a uno de estos porteros, «que se extralimitó en sus funciones porque no avisó a los vigilantes de seguridad». En total, Fiesta ha despedido a cuatro porteros este verano, incluido Baptista.