­El descalabro de la construcción en Ibiza va adquiriendo proporciones que están sorprendiendo incluso al propio sector, que ya esperaba una reducción de la actividad, pero no un desastre del calibre que se está produciendo en 2011. Lejos de estabilizarse la bajada de la edificación, las estadísticas referidas a la primera mitad del año reflejan un descenso del 78 por ciento en las Pitiusas respecto al mismo periodo del año anterior, que ya fue excepcionalmente malo.

Para hacerse una idea de hasta dónde llega la crisis de la construcción, basta decir que en el municipio de Ibiza solo se iniciaron en seis meses tres construcciones, con capacidad total para cuatro viviendas.

La estadística elaborada por el Colegio Oficial de Aparejadores de Ibiza y Formentera, que abarca del 1 de enero al 30 de junio, pone de manifiesto que ese semestre solo se visaron 61 nuevas edificaciones en la isla de Ibiza (-10%), con capacidad para 101 viviendas (-41%) y con una superficie total conjunta de 31.150 metros cuadrados , un 77% menos, pues a estas alturas de 2010 ya eran unos 100.000 metros. El presupuesto económico que supusieron esas obras fue de 19,4 millones, esto es, un 80 por ciento menos que en el mismo periodo de 2010.

En la isla de Formentera, el panorama es similar. En este semestre se han visado solo dos viviendas unifamiliares, lo que supone una bajada del 90 por ciento.

En cuanto al resto de municipios, los descensos son generalizados, salvo en Sant Joan, donde se visaron ocho viviendas unifamiliares, lo que representó un 60 por ciento más que en 2010. En los demás, y a pesar de que en algún caso se han iniciado algunas viviendas más que en el año pasado, también se aprecia una bajada del número general de metros cuadrados edificados. Donde más se construyó de enero a junio fue en Santa Eulària, en cuyo término municipal se visaron 29 edificaciones para 64 viviendas, pero la bajada en metros cuadrados es del 54 por ciento.

«Estamos sorprendidos»

El presidente del Colegio Oficial de Aparejadores de Ibiza y Formentera, Vicent Serra, afirmó: «La verdad es que estamos un poco sorprendidos en el sector, porque no sabemos a qué atribuir directamente esta bajada; creíamos que estábamos ya abajo del todo y resulta que hemos tenido un descenso aún más brutal».

En cualquier caso, Serra constató que «la obra pública se ha parado, pero no es solo por la obra pública, porque la privada también baja». A juicio de los aparejadores pitiusos, «se están terminando obras que se habían comenzado, pero no están iniciando otras nuevas, debido a la crisis».

El portavoz de este colectivo no ahorró comentarios de pesimismo: «Estábamos por los suelos y ahora estamos aún más abajo», declaró.

El hecho de que en algunos municipios se observen subidas tímidas y muy concretas en la vivienda unifamiliar no supone ningún paliativo de la situación: «En suelo rústico siempre se ha construido algo, pero el sector no puede vivir del suelo rústico y, además, lo que se construye allí es ínfimo», señaló. «Que se construyan cuatro chalecitos siempre ayuda, pero no es lo que salvará al sector», agregó Serra.

Para él, lo necesario es que los bancos vuelvan a conceder créditos a empresarios y particulares y, también, que las instituciones concedan subvenciones y faciliten la concesión de licencias. Precisamente, uno de los factores que ha contribuido al actual estancamiento es, a juicio de los aparejadores pitiusos, la aprobación de moratorias urbanísticas, «Todo esto ha ido lastrando la situación, porque se han ido poniendo palos en las ruedas hasta que al final se ha parado la actividad», comentó.

«Si no se ayuda un poco, el sector no levantará cabeza», considera el presidente del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Ibiza y Formentera.

«Hay que hacer ITV de pisos»

En todo caso, la principal medida que proponen los aparejadores para ayudar a dinamizar el sector es la implantación de inspecciones periódicas de viviendas, a modo de una ITV de vehículos, tal y como ya se hace por parte de otras instituciones, como el Ayuntamiento de Palma y preveía hacer en su día el de Ibiza. «Hay muchos edificios antiguos que están deteriorados y son peligrosos», recordó Serra, quien dijo que estas inspecciones «ayudarían al sector y darían trabajo a gente de aquí».

Esta actuación suele empezar, allí donde se aplica, por las construcciones más antiguas y se va extendiendo a las más modernas, año tras año.

La cifra103 viviendas visadas en el primer semestre

Del 1 de enero al 30 de junio se visaron en Ibiza y Formentera un total de 103 viviendas en todas sus modalidades, lo que supuso un descenso del 46 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. El presupuesto de inversión que representó la edificación en esos meses bajó un 80 por ciento respecto a 2010.