Silvia Tur está dispuesta a seguir luchando por defender las praderas de posidonia del Parque Natural de ses Salines y por eso se ha centrado en acelerar la ejecución del proyecto de fondeo controlado a lo largo de ses Illetes. También desvela que dentro de cuatro años espera que Formentera este en condiciones de optar a la calificación de Reserva de la Biosfera.

—¿Cómo ha vivido estas últimas semanas con la polémica sobre el destrozo de la posidonia?

—Con mucha tristeza. Las imágenes grabadas por Manu San Félix han sido muy impactantes, aunque muchos de los ciudadanos ya estábamos concienciados de lo que supone el fondeo indiscriminado de yates sobre las praderas de posidonia. Tengo que reconocer que nunca pensé que esas imágenes lograran remover la conciencia ciudadana como lo han hecho y que eso haya derivado en la creación de una plataforma, lo que me parece maravilloso, ya que durante los últimos cuatro años en los que hemos estado trabajando sobre esto hemos echado de menos un apoyo social como el que ahora ha surgido. Esa reacción ciudadana ha sido para nosotros, los políticos, un empuje.

—¿Ha analizado el impacto internacional de las imágenes publicadas en Diario de Ibiza

—Sí, ha sido increíble, ya que me consta que se ha publicado en medios de comunicación de todo el mundo, como Noruega, Dinamarca, Portugal y muchos otros países que aparentemente están muy lejos de lo que pueda pasar aquí. Es muy importante que se haya creado esta plataforma ciudadana y que todos los partidos políticos hayamos suscrito el manifiesto que salió de allí. Esto es bueno porque nos pone a todos en un mismo punto de partida y con una declaración de intenciones con la que los partidos políticos nos hemos comprometido.

—¿Qué opina de la reacción del Govern balear?

—Aunque tarde, el conseller de Medio Ambiente ha sabido reaccionar y eso es positivo. Creo que se dieron cuenta de que esas primeras declaraciones no fueron afortunadas y en un primer momento el Govern subestimó la importancia del problema, pero luego reaccionó. En resumen toda esa denuncia ha tenido un desenlace positivo y constructivo para lo que buscamos todos que es la protección de la posidonia.

—¿Por qué el Consell, después de cuatro años con el proyecto de fondeos, todavía no lo ha puesto en marcha?

—Siempre digo lo mismo y es bueno que nos situemos en el tiempo. En 2006, cuando el Govern accedió al desarrollo del proyecto Life-Posidonia, con muy buen criterio, no pensó en el medio y largo plazo. Solo se centró en lo inmediato con la implantación de un sistema de boyas ecológicas que no contemplaba la viabilidad económica del proyecto. Independientemente de que ahora estemos en una situación económica crítica, pienso que se hubiera tenido que implantar un sistema de cobro a los barcos por este servicio. Personalmente creo que en España deberíamos aplicar una tasa en los servicios que están relacionados con la conservación de los espacios naturales, tanto terrestres como marítimos. Otros países lo hacen y no entiendo que nosotros no lo hagamos. Me consta que el Parque Natural no desarrolla su plan de uso y gestión, el PRUG, tal y como lo debería hacer por falta de recursos. No podemos ser hipócritas en esta materia. No podemos ir vendiendo medio ambiente y espacios naturales si luego no diseñamos estructuras de gestión que permitan la autofinanciación de los mismos. Esto lo llevo repitiendo desde hace cuatro años y lo voy a seguir diciendo.

—¿En este sentido no temen una reacción negativa del sector náutico?

—No, y lo digo porque hicimos una serie de encuestas a más de cien barcos de recreo en julio y septiembre de 2007, donde queda clara la voluntad de que las personas que disfrutan del mar no se oponen a pagar una tasa a cambio de un fondeo seguro y respetuoso con el entorno. Quiero dejar claro que el Consell de Formentera no está en contra del turismo náutico, como se ha dicho en algún momento. Se ha acusado a GxF de querer acabar con el turismo cuando controlamos el acceso a ses Illetes y cuando quisimos acabar con la masificación que se producía en algunos quioscos de playa, y ahora con nuestro plan de fondeo también se nos acusa de lo mismo. Pero la realidad es otra. Tanto la Red Natura 2000 como el Parque Natural están ejerciendo presión para que tomemos medidas para preservar la riqueza natural de nuestros espacios protegidos que son mucho más estrictas de las que aplicamos. Nosotros queremos compatibilizar la turismo con la conservación de estos espacios.

—¿Cuáles son los ejes del anteproyecto de fondeo controlado que quieren desarrollar en ses Illetes la próxima temporada?

—Esto es muy importante. Soy consciente de que la gente quiere saber qué cantidad de boyas queremos ofrecer a lo largo de ses Illetes. El estudio que hemos realizado estima la colocación de unas 250 boyas, pero esa cifra no es un capricho de ningún político. Eso es fruto de un estudio sobre la capacidad de carga de esta zona que se basa en una serie de parámetros. Primero se debe fondear fuera de los 200 metros de las zonas de baño y esto lo determina la legislación vigente. Tampoco se puede fondear en los fondos con praderas de posidonia porque así lo determina el PRUG del Parque Natural, luego solo nos quedan los fondos arenosos. Haciendo un estudio del espacio que queda libre, que se puede comprobar en cartas marinas, queda una franja arenosa entre la playa de es Cavall den Borràs y es Trucadors muy definida. Esa cifra de 250 fondeos sale de ese espacio disponible y de los estudios de frecuentación de embarcaciones en los límites marítimos del Parque Natural. No me canso de explicarlo y parece que la gente se lo toma como la carta de los Reyes Magos, pero cabe lo que cabe.

—¿El uso de las boyas será de pago?

—Por supuesto, porque si no este sistema no es viable ni sostenible. Tenemos un estudio económico que cifra en unos 800.000 euros la inversión inicial y luego hay que añadir el mantenimiento de este campo de boyas, que necesita de tres o cuatro embarcaciones para su gestión y control con un patrón en cada una de ellas y agentes de medio ambiente. Según los estudios del Govern balear hace falta una embarcación por 50 boyas. Luego, hemos estimado que la tasa media que deberán pagar la mayoría de los barcos se sitúa entre los 10 y 50 euros al día, en función de sus esloras. Es cierto que para barcos de 35 metros, el precio sería de unos 600 euros por día, pero son muy escasos. Esto incluye la creación de una página de Internet, de la contratación de personal en tierra para hacer la gestión y control del servicio, sin olvidar los sistemas de seguridad y los anclajes. Además barajamos una estancia máxima de dos noches por boya entre el 1 de junio y el 30 de septiembre.

—¿Este planteamiento se puede interpretar como una competencia a los puertos deportivos?

—Nada más lejos de nuestra intención. El Consell de Formentera tiene muy claro que el objetivo de este servicio no es hacer la competencia a los puertos deportivos ni ejercer de marina flotante encubierta.

—¿Por qué han recurrido a la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) para elaborar un informe jurídico que avale el proyecto?

—La legislación del Parque Natural determina que para aprobar nuestro proyecto definitivo de fondeo será necesario modificar el PRUG, donde se establece una zonificación, con una zona de fondeo libre condicionado, que es donde pretendemos montar las boyas. La UICN entiende que esta modificación no es necesaria.

—¿Cómo están los trámites para que el Consell sea miembro de pleno derecho de la UICN

—De esto me enorgullezco mucho, por la trascendencia que tiene. Es importante que la gente sepa lo que significa ser miembro de esa organización, ya que supone contar con asesoramiento técnico. Además también refuerza la promoción de Formentera, como una isla comprometida con el medio ambiente. Esto nos permitirá organizar conferencias internacionales e intercambiar mucha información y experiencias con otros países del mundo. Esto supondrá que Formentera sea, en el ámbito internacional, un referente en la conservación del entorno. Aquí quiero hacer un símil con el Barça y no quiero que se malinterprete. Formentera quiere ser el Barça en el sentido de ser una referencia en cuanto a la conservación de nuestros espacios protegidos a nivel europeo y mundial. Queremos ser un referente en este campo y tenemos varios retos. Espero que todos los partidos se apunten y entiendan la trascendencia de este objetivo. De hecho tengo previsto invitar a todas las formaciones políticas locales, a final de verano, a una reunión con la UICN para que tengan conciencia de lo que supone ser miembro de esta organización.

—¿Se ha planteado alguna vez optar a la declaración de Reserva de la Biosfera?

—Sí, y esto es una apuesta personal y del Consell de Formentera, dentro de cuatro años queremos estar en esa situación. Esto es bueno explicarlo con claridad. Es cierto que hemos centrado mucho el debate en el tema del Patrimonio de la Humanidad, que es importante por la posidonia, pero que está enquistado. En este campo queremos saber por qué nuestra petición de cambio de nombre para incluir Formentera en el título está paralizada en el Ministerio de Cultura y no se ha trasladado a la Unesco. Ahora, formar parte del Patrimonio Mundial es un granito de arena al lado de lo que representa ser Reserva de la Biosfera. Esta distinción se otorga a espacios singulares por sus valores naturales pero también a un sistema que apueste por un nuevo modelo productivo. Aquí debemos hacer un balance no solo de nuestros recursos naturales sino también de los energéticos. Debemos equilibrar estos recursos y su explotación comercial y esto requiere cambiar el modelo de políticas empresariales. No se trata solo de preservar nuestros recursos naturales, sino que debemos conseguir un compromiso empresarial para aplicar políticas de sostenibilidad y de calidad turística. Esto no se puede hacer si no desarrollamos una estrategia consensuada con la implicación de todos los sectores.

En corto

Posidonia

¿Qué opina de la reacción del Govern ante el destrozo de la posidonia?

Aunque tarde, el conseller de Medio Ambiente ha sabido reaccionar y eso es positivo. Creo que se dieron cuenta de que sus primeras declaraciones no fueron afortunadas y subestimaron la importancia del problema, pero luego reaccionó.

Fondeos

¿Por qué el Consell no ha aplicado su proyecto de fondeo?

En 2006 el proyecto Life-Posionia se planteo a corto plazo, sin visión para su financión.