Entre la indiferencia y la falta de información. Esa fue la reacción de muchos de los patrones de embarcaciones de recreo cuando fueron abordados por los GEAS de la Guardia Civil que, el pasado miércoles y acompañados por técnicos de la conselleria de Medio Ambiente, les informaba sobre la importancia de esta planta marina, clave para el mantenimiento de las playas y la transparencia de las aguas de Ibiza y Formentera.

Uno de los citados técnicos explicó que entre las diversas reacciones que se encontraron, a algunos de estos patrones «parece que les dé igual» el problema. Otros, en cambio, fueron más receptivos y alegaron «falta de información».

También hubo otro grupo que intentó reservar esta temporada boyas ecológicas en es Racó de s´Oli, donde se encuentra una tupida pradera, pero al no encontrar el servicio han optado por fondear igualmente. Alguno explicó que al llegar de noche, no pueden ver el fondo y tiran el ancla sin saber si debajo hay o no posidonia.

El procedimiento que siguen los GEAS es pedir la documentación del barco, comprobar si todo está en regla y luego, si observan que el ancla está sobre la posidonia, un buzo se sumerge y le hace fotos. Luego levantan el acta de inspección y obligan al barco a retirarse. Esas actas son luego remitidas a la conselleria balear de Medio Ambiente, competente en la aplicación de las sanciones.

A partir de hoy entran en servicio dos embarcaciones ligeras, de Abaqua y Espais de Natura, que el Govern balear ha habilitado para informar y vigilar que los barcos no fondeen sobre la posidonia situada en los Lugares de Interés Comunitario (LIC). Estarán operativas hasta el 18 de septiembre.