Un hombre explicó el jueves, ante la sorpresa de los agentes de la Guardia Civil que le dieron el alto en un control de tráfico, que vendía azúcar como si fuese droga.

Los guardias civiles habían instalado un dispositivo en la carretera de Sant Antoni, enfrente de una conocida discoteca. Los agentes sospecharon de un motorista, por lo que le pararon a las tres y media de la madrugada.

El piloto, un hombre procedente de un país del Este de Europa, conducía una motocicleta que no había pasado la ITV y que no contaba con el seguro en vigor, por lo que los agentes se dispusieron a sancionarle.

A continuación, los guardias civiles encontraron 19 monodosis de una sustancia cristalina, aparentemente droga.

«Es azúcar para vender a los turistas», les confesó el motorista.

Los agentes analizaron el contenido de las bolsitas mediante el ´drogotest´, con resultado negativo, por lo que no arrestaron al motorista.

Sin embargo, sí pusieron los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Ibiza.