—¿Cómo cree que se planteará el próximo principio de curso?

—Pues creo que muy caliente. Estamos a la expectativa de ver si se cumple todo lo que han prometido los políticos en las declaraciones que han hecho hasta ahora. Esperamos que la educación sea el eje central de esta legislatura. El próximo mes de septiembre habrá problemas en la vuelta al cole porque no hay una varita mágica para solucionar todas las carencias en un verano. Si un colegio no está terminado ahora no lo estará en septiembre y si no se ha comenzado a construir tampoco habrá empezado entonces. Esperamos que con el inicio de curso empiece a rodar todo. Lo más importante es que aumente el presupuesto de educación. Entonces se podrá empezar a hablar de una mejora. Hay que incrementar el presupuesto. Si no, vamos mal.

—¿Cuál será el principal problema del próximo curso?

—Agravios de Mallorca a Ibiza hay muchos. Son evidentes. De siete escuelas que han solicitado el servicio de comedor, solo se le ha concedido a una, Es Vedrà. Le llaman servicio complementario, pero debería llamarse prioritario por la falta que hace a las familias. En Ibiza solo hay un 32 por ciento de escuelas con comedor mientras que en Mallorca esta cifra es del 80% y en Menorca, del 75%. Es un agravio para Ibiza.

—Lleva muchos años en las asociaciones de padres, ¿es decepcionante ver que pasa el tiempo y se tienen que seguir pidiendo las mismas cosas?

—Sí, parece que siempre estás comiendo lo mismo. Siempre estamos pidiendo las mismas cosas, que se solucionen los mismos problemas y que se construyan los mismos centros. Para todo tiene que pasar mucho tiempo. Con la Administración todo se complica. Debería ser más ágil. La delegación de Ibiza tendría que tener más mano, más independencia de Mallorca y capacidad de decisión. Allí no saben cómo vivimos aquí.

—Si debido a los recortes se eliminara la delegación de educación de Ibiza…

—No quiero ni pensar en eso. Si estamos reivindicando más autonomía no entenderíamos que no solo no se diera más sino que se suprimiera la poca que hay. No nos pueden quitar algo tan primordial. Si la quitan, que asuma las competencias de la delegada la consellera insular de Cultura, así Ibiza podría tener más autonomía aunque no hubiera delegada. Entendemos que hay que reducir gastos, pero en cargos de confianza, no en algo que necesitamos.

—Antes exigía aumentar el presupuesto de educación. ¿Las carencias de las Pitiusas se deben solo a un problema de dinero?

—Creo que, principalmente, sí. A la vista está. No han pagado a los colegios, el transporte no ha cobrado, la concertada peligra por la deuda del Govern… Todo esto es dinero.

—Sindicatos, padres, algunos partidos y otros colectivos exigen en la Declaración por la Educación que se invierta cerca del 6% del PIB de Balears en educación. ¿Es posible?

—Intentar llegar al 6% europeo es algo utópico, pero estaría bien. No lo firmaron ni el PSOE ni el PP como partido, pero José Ramón Bauzá sí firmó, en Mallorca, la copia que le entregó la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Balears. Esperamos que lo cumpla.

—¿Qué es lo primero que hay que solucionar?

—Que se acaben las infraestructuras que tenemos pendientes. Que se terminen las obras en marcha y se empiecen las que llevan años anunciándose. Todas son importantes. Queremos que se cree el mapa escolar, pero un mapa escolar que se cumpla, porque siempre vamos atrasados, y que se adelante a las previsiones. No puede ser que cuando se empieza a construir un centro ya esté lleno. No creo que sea tan difícil hacer una planificación y prever el número de alumnos que entrarán en el colegio cada año. Si empezamos a enumerar…

—Enuméreme qué hace falta municipio por municipio. Ibiza.

—Lo más importante es que se acabe ya el nuevo edificio del colegio de Sa Bodega y que se empiece el de es Pratet porque los niños están en barracones. Los institutos Sa Colomina y Sa Blanca Dona están saturados, no hay plazas de algunos bachilleratos y a Sa Colomina se le ha denegado hacer otra clase el próximo curso. También es urgente la reforma del colegio Can Misses, que tiene algunas zonas apuntaladas.

—Santa Eulària.

—Evidentemente: ¡segundo instituto ya!, como llevan todos los padres de Santa Eulària en los coches.

—Sant Antoni.

—Acabar el instituto. Podemos copiar el eslogan de Santa Eulària. Nos han dicho que ya se está trabajando y que se van a centrar en el bloque que correspondería a los alumnos de los tres primeros cursos de Secundaria, que son los que hay que escolarizar allí el curso que viene. Y que empiecen ya las obras del colegio de ses Païsses, que llevan cuatro cursos en situación provisional en barracones.

—Sant Josep.

—Están algo mejor, pero es apremiante que se aborde la reforma del colegio Sant Jordi, que es muy viejo. Y a medio plazo, en Cala de Bou debe construirse un colegio. Es algo que hace años que vemos que vamos a necesitar en breve.

—Sant Joan.

—Es el único municipio en el que no hay falta de plazas, pero también es el único que no tiene ningún comedor escolar.

—Formentera.

—No lo sé porque no están federados a la FAPA.

—Además del de Cala de Bou, ¿sería necesario ir pensando en otros centros?

—El municipio de Ibiza, con lo que está previsto, quedaría bien. Después, si se hace el mapa escolar, tendríamos que analizar si hay más necesidades.

—Los barracones de ses Païsses y es Pratet iban a ser una solución provisional y llevan más de tres cursos funcionando. ¿Qué pueden hacer los padres?

—Se ha dicho que hay que construir estos colegios por activa y por pasiva. No podemos decirlo más veces. Se pueden organizar sentadas y otros actos de protesta, pero si la conselleria de Educación no hace nada no es porque los políticos no lo sepan. La situación es patética. Además, no sé si las prefabricadas, económicamente, son viables. Se paga un alquiler. ¿Quieren decir que un alquiler de cuatro años sale más barato que construir un colegio? Hay que empezar esas dos obras ya.

—¿Es la única solución a la masificación de las aulas?

—Sí, la única. Lo que no puede ser es que la carencia de infraestructuras que tenemos se supla aumentando el número de alumnos en las aulas. 25 niños en Infantil de tres años es una barbaridad. Y que en un Bachillerato, aunque no es una etapa obligatoria, haya 45 niños, también. Si permites eso estás fomentando el fracaso escolar. Dicen que no hay problema, que se escolariza a todos los niños. Barracones y aulas saturadas no son lugares para escolarizar a los niños.

—¿Tener que pelear por la falta de infraestructuras impide que se puedan solicitar otras cosas necesarias para mejorar la calidad de la enseñanza?

—Sí, claro. Hacen falta, por ejemplo, más módulos de grado superior, no hay apenas, y más variedad de ciclos formativos. Además, hay cosas que se podrían solucionar fácilmente, como la falta de espacio de la Escola d´Adults de Sant Antoni. El edificio del antiguo centro de salud está cerrado y con apenas unos cambios sería un espacio fantástico para la enseñanza. No entiendo que haya saturación en el instituto y que ese edificio esté vacío y no se le dé ningún uso porque dos administraciones no se ponen de acuerdo. Es demencial. Se podrían suplir algunas carencias con soluciones algo más imaginativas que construir nuevos edificios.

—Este curso ha nacido la plataforma ´Hermanos en casa compañeros en el cole´ de familias cuyos hijos fueron escolarizados de oficio en S´Olivera porque hace unos años no había plazas escolares en Vila y que ahora se encuentran con que no hay vacantes para sus hermanos porque por zona no les corresponde ese centro. ¿Qué se puede hacer?

—Es un tema muy complicado. Los políticos no piensan muchas veces las consecuencias de sus actos. Poner cuatro grupos de tres años en S´Olivera fue una medida urgente y ahora se están pagando las consecuencias. Todos tienen razón y derecho. No puedes llevar a las nueve a dos niños a dos colegios diferentes ni asistir a dos funciones de Navidad que se celebran el mismo día y a la misma hora ni estar en dos comparsas de la rúa de Carnaval. Es de cajón. Pero alguien que vive a pocos metros del colegio también tiene derecho a que sus hijos estén escolarizados ahí. La solución se les ha vuelto en contra. No sé qué se puede hacer.

—¿Temen que con los recortes se acaben las ayudas para el reciclaje de los libros de texto?

—Según las declaraciones que ha hecho Rafel Bosch, no le parece mal que se haga pero asegura que está más de acuerdo con el cheque para la compra de libros. Creo que saldría más caro. Además, si ya se ha empezado con los programas de reciclaje de libros creo que deberíamos darle un tiempo más para ver si funciona.

—Si tuviera delante al conseller o al presidente del Govern, ¿qué les pediría?

—Que prioricen, que cumplan lo prometido y que no hagan más agravios a Ibiza porque hay diferencia de trato y de reparto de recursos respecto a otras islas. Es algo evidente. Solo hay que ver el número de prefabricadas, el porcentaje de comedores escolares y las nuevas obras. También que se escuche a los consejos escolares. Se hace mucho trabajo y, aunque sea un órgano consultivo, deben tener en cuenta lo que se dice y se reclama porque son los que realmente saben cómo está la situación.

—Le quedan tres cursos si su hijo aprueba todo. ¿Cree que habrá cambios?

—Para eso estamos, para poder cambiarlo. Hay que reivindicar y que se nos escuche.

«Los políticos hablan mucho, dicen que solucionarán las cosas, pero no se ven resultados»

—¿La educación es el punto flaco de los políticos?

—Pues la verdad es que hablan mucho de la educación, de que solucionarán los problemas, pero luego no se ven los resultados. Creo que, por desgracia, no es algo prioritario para ellos. Hay otras cosas. ¿Son prioritarios los carriles bici? Pues creo que debería ser igual de prioritaria la construcción de todos los colegios e institutos que hacen falta y de los que ya hemos hablado. Deberían explicar por qué no los han hecho aún, más allá de presupuestos y burocracia. No entiendo por qué, si tanta falta hacen las cosas, no se agilizan los trámites. Que lo hagan como quieran, pero que se empiece a trabajar ya. Los trámites para construir una escuela no pueden alargarse meses y meses, debería solventarse en mucho menos tiempo.

—¿Cabe la esperanza de que las cosas cambien después de ver que padres, sindicatos y profesores llevan años denunciando problemas que no se solucionan?

—Cansa, es verdad, pero hay que luchar. No vamos a tirar la toalla. Somos cuatro, pero tenemos que estar ahí. En Sant Josep estoy yo sola, y en el instituto Sa Blanca Dona a la asamblea no fue nadie. Hay padres que viven en otro mundo, que no le dan importancia a algo que es importante, la educación de sus hijos.

—¿Hace falta más implicación de los padres en la enseñanza?

—Hace falta mucha más implicación. Los padres, por lo general, solo nos mojamos cuando hay problemas muy graves. Creo que es muy grave que no se construya lo que se nos ha prometido. Es igual de grave que que haya un mal profesor. Es un agravio. Eso provoca que muchos padres se desencanten, se cansen y crean que irá mal siempre. Otra cosa que no se ha cumplido es el reparto equitativo entre centros de los alumnos recién llegados y los que tienen necesidades especiales. Hay centros en los que el 80% de los alumnos son extranjeros y otros, generalmente los concertados, en los que esta presencia es residual. Lo mismo ocurre con los alumnos con necesidades especiales, hay centros que acogen muchos más que otros.

—Precisamente un grupo de padres pide más personal y recursos para las unidades educativas con currículum propio que acogen a estos alumnos con necesidades especiales.

—Hace falta. Si no se hace un centro específico hay que aumentar la dotación de personal para estas aulas.