La concejala de Limpieza del Ayuntamiento de Sant Antoni, Lidia Prats, recorrió ayer a primera hora de la mañana la calle Sant Agnès, en la zona del West End, para analizar la labor de los servicios de limpieza. Su objetivo es claro: que las calles del pueblo amanezcan impecables.

Para cumplir su misión, Prats decidió comprobar in situ cómo se llevan a cabo las labores de limpieza en una de las calles más sucias del pueblo a primera hora de la mañana. Por ello, convocó a las 7 horas a los medios de comunicación para que la acompañasen en su «inspección» por el West End.

«La suciedad que veis aquí no es muy diferente de otras zonas de fiesta. Mirad las calles de Platja d´en Bossa o de cualquier otro lugar del mundo», afirmó la concejala mientras caminaba por la calzada intentando no pisar ningún desperdicio.

A Prats le acompañaron los responsables de Ibiza y Balears de Fomento de Construcciones y Contratas, FCC, la empresa adjudicataria de este servicio municipal, Manuel Hernández y Nicolau Cañellas, respectivamente. «Quiero marcar de forma muy clara cómo va a ser nuestra relación a partir de ahora. Pretendo asegurarme de que lo que pagamos por limpieza se corresponde con el servicio que recibimos», avisó la concejala.

La basura oculta el suelo

Una especie de alfombra formada por vasos y platos de plástico, botellas y vómitos cubren las baldosas de la calle inspeccionada, que no impresiona a ninguno de los responsables de FCC ni tampoco a Prats. «El problema es que los turistas tienen una conducta muy incívica», reconocieron Prats y los responsables de FCC.

«Es lo que tiene la aglomeración turística», añadió Prats. «Por esta razón ofrecemos un servicio de limpieza 23 horas al día», informó. La única hora en la que ningún empleado está manguera o escoba en mano es de 5 a 6.

Este periodo es suficiente para que se acumulen decenas de desperdicios de todo tipo en la calle.

Limpieza en 25 minutos

De momento, la máquina barredora de calles ha pasado el examen. «En 25 minutos ha dejado la calle limpia», destacó la concejala. De hecho, ya se puede apreciar el color de las baldosas. La imagen del centro del municipio ya no daña la vista, pero pocos minutos después de la limpieza general numerosas bolsas de basura de gran tamaño han invadido ambos lados de la calzada. Ni cinco minutos ha estado la calle libre de residuos. Los trabajadores de algunos de los negocios del West End han sacado la basura después de los operarios de FCC despejasen la calle.

Sin embargo, a pesar de que el suelo haya quedado sin desechos se sigue respirando un desagradable mal olor.

«Los responsables de los negocios de la zona, del Ayuntamiento y de FCC debemos colaborar los unos con los otros y coordinarnos para que el pueblo esté limpio», señaló Prats. Asimismo, resaltó que los encargados de los locales del West End pagan una tasa mayor de basura que el resto de vecinos y negocios.

«En teoría son los trabajadores de cada establecimiento los que tienen que mantener en buenas condiciones su parcela de vía pública», puntualizó Álvaro Gutiérrez, técnico de las Brigadas de Limpieza del Consistorio.

Los turistas que pasan sus vacaciones en este pueblo no dan tregua a los empleados de limpieza. Noche tras noche se resisten a depositar sus desperdicios en las papeleras, convertidas en un elemento más de decoración ya que están medio vacías.

Sin embargo, Prats consideró injusto que se critique tan duramente el estado de las calles de Sant Antoni. «No se puede decir que todas las vías públicas estén como las del West End», puntualizó. «Esta cantidad de basura no es exclusiva de aquí. Lo que he visto hoy [por ayer]en esta calle es lo mismo que veo en cualquier pueblo de Balears», aseguró Cañellas.

El responsable de FCC en Ibiza compara las jornadas de limpieza en Sant Antoni con las que efectúan otros ayuntamientos al día siguiente de una verbena. «La diferencia es que aquí cada día es fiesta patronal», ironizó mientras recorría de arriba a abajo la calle Santa Agnès.

No obstante, los trabajadores de los establecimientos del West End continúan lavando las calles. A.G.M. lleva 10 años trabajando en uno de los bares de la calle Santa Agnès. Tampoco se sorprende por la cantidad de basura que se encuentra frente a su puerta a primera hora de la mañana.

«Después de tanto tiempo ya me he acostumbrado. Es lo que nos da de comer...», reconoce mientras friega la entrada. Respecto a la conducta de los veraneantes británicos, esta empleada admite que alguna vez ha duchado a algún turista con la manguera al verle orinar en la calle.

Agilizar labores de limpieza

«Como habéis podido comprobar, el punto clave es el West End, donde el 80 por ciento de la suciedad que se acumula en la calzada y aceras procede de los establecimientos de comida rápida», recordó la responsable de prensa del Consistorio. Por ello, insiste en la importancia de un método con el que se consiga lavar las calles lo más rápido posible.

Por esta razón, una de las primeras medidas de Prats al frente de la concejalía de Limpieza, Vía Pública y Medio Ambiente será impulsar un Plan Integral de Limpieza, cuya primera fase coincide con la temporada turística.

Para ello, a los 64 empleados pertenecientes a FCC se han sumado otros 34, contratados por el Ayuntamiento gracias a una subvención recibida del Govern balear. Estos trabajadores, procedentes del Servei d´Ocupació de les Illes Balears, SOIB, reforzarán las brigadas de limpieza durante seis meses, los cuatro primeros a media jornada y el resto a horario completo.

«Es así como lo marca el convenio del Govern. No podemos tener a estos trabajadores a jornada completa durante los seis meses», puntualiza Prats.