El conseller de Educación, Cultura y Universidades, Rafael Bosch, comunicó ayer, durante su estancia en Ibiza, que el Govern ha desbloqueado una parte de los fondos que los centros educativos públicos y concertados no recibían desde hacía medio año y que, en total, ascienden a unos nueve millones de euros, cantidad que se destinaba al funcionamiento y mantenimiento. En concreto, el desbloqueo afecta al total de los pagos a los centros públicos, que Educación estima que suman tres millones de euros. Respecto a los concertados, pagará la mitad de los seis millones que debe en Balears, tres millones. El gabinete de prensa de Bosch indicó que ese dinero será abonado durante la primera quincena de julio. En las Pitiusas, los impagos superan los 270.000 euros a seis colegios concertados por las dos bimensualidades que no se traspasaron desde comienzos de año.

El anuncio del desbloqueo de la deuda, que algunos colegios e institutos arrastran desde finales del pasado año, se produjo durante el encuentro que Rafael Bosch mantuvo ayer por la mañana en Can Ventosa con medio centenar de responsables de centros públicos y concertados de Ibiza y Formentera. Poco antes de concluir esa reunión –planteada por el conseller como «un primer contacto para saber quién está al otro lado del teléfono»–, alguien pasó una nota a Bosch en la que se le comunicaba la buena nueva. «No es un golpe de teatro, os lo aseguro, no estaba preparado», confesó a los presentes, quienes, curiosamente, le habían planteado todo tipo de cuestiones durante la hora que duró el cara a cara excepto las relativas a la deuda, que en el caso de los concertados les provoca serios problemas de liquidez y obliga a pedir créditos a los bancos. Bosch no restó gravedad a lo que ocurre: admitió que «se deben cantidades importantes» y que «algunos centros pasan por momentos complicados». Y reconoció que el transporte público «no se paga desde diciembre» pese a ser vital en este ámbito.

Una delegación en el aire

Igual que no quiso mojarse sobre determinados pagos y futuros proyectos hasta conocer detalladamente las cuentas, lo cual pasa por el estudio de «la situación real, capacidad presupuestaria y de tesorería», tampoco quiso aventurar quién será el próximo delegado territorial de Educación. Es más, ni siquiera si lo habrá: «Estamos trabajando en la distribución territorial y de qué manera la articularemos», señaló. Y advirtió de que esa futura regulación se basará «en la austeridad». Esa palabra es «clave», subrayó, para el futuro inmediato en unas islas donde «las carencias son enormes».

Bosch dijo estar «sorprendido por la cantidad de centros modulares que hay», de los que en broma recordó que «antes se llamaban barracones». Para dar salida a todas las necesidades, su departamento «priorizará», otra de las palabras claves de su discurso. «Revisaremos el mapa escolar otra vez», manifestó cuando se le interrogó sobre cuáles serán esas prioridades.

Y en ese sentido, la directora del colegio Puig d´en Valls, Edu Sánchez, le pidió que Ibiza «también sea una prioridad» para el Govern. Recordó, por ejemplo, que el 80% de los centros mallorquines tienen comedor, por un 30% de los pitiusos.

Joan Amorós, director del colegio Can Misses, quiso saber cuándo se incorporarán administrativos a los centros para aligerar de esa carga a los responsables educativos (solo un centro pitiuso cuenta con uno), a lo que Bosch se comprometió a crear «una dotación progresiva ordenada» que poco a poco resuelva este problema. Es decir, ni para mañana ni en todos a la vez.

La excusa de que acaba de llegar al cargo le sirvió también para capear preguntas como cuándo se reiniciará Sa Bodega, cuándo tendrá un nuevo colegio Santa Gertrudis (al actual solo le queda un área común) o cuándo se firmará el convenio para la escuela de adultos de Sant Antoni. Dentro de un mes volverá con más respuestas, afirmó Bosch.

Las deudas

CENTROS PÚBLICOS

3.500 € en Can Cantó, 4.690 € en Puig d´en VallsEntre las deudas que quedarán saldadas por el Govern balear antes del 15 de julio están las del último trimestre a los colegios Can Cantó (3.500 euros) y Puig d´en Valls (4.690 euros).

20.000 € al Centro de Profesores