A ambos les unió su pasión por Eivissa, donde coincidieron en 1933 aunque, según todos los indicios, sin que llegaran a conocerse. En aquella época Raoul Hausmann era un artista célebre (aunque ya no tanto como lo había sido en los años veinte), mientras Walter Benjamin apenas era conocido todavía, salvo por los lectores del Frankfurter Zeitung, donde publicaba reseñas de libros. Sin embargo, los años han intercambiado los papeles y si el segundo es hoy uno de los pensadores del siglo XX más editado, leído y admirado, la suerte del primero no ha sido la misma y su figura y su obra son conocidas solamente por una minoría.

Pero ahora acaban de llegar a las librerías dos obras que merecen el comentario y que vuelven a unirlos de alguna manera. Se trata de ´Correo Dadá´, de Hausmann, publicado en España por primera vez, y de ´Denkbilder. Epifanías en viajes´, de Benjamin, que no es la primera vez que se publica en nuestro país aunque sí con este título. El primero lo ha editado Acuarela & A. Machado, de Madrid. El segundo, el sello argentino El cuenco de plata. Dos obras muy distintas, pero igualmente muy representativas de ambos autores. El de Hausmann es un libro que trata de explicar el movimiento dadaísta desde la propia experiencia de su autor, protagonista indiscutible. El de Benjamin es un bellísimo libro de viajes, en el que no faltan algunos de los textos principales escritos en durante sus dos estancias ibicencas.

El dadaísta Hausmann

La primera versión de 'Correo Dadá' fue escrita en alemán, en 1939, poco después de que su autor abandonara Eivissa, aunque el libro no se publicaría, ya en su versión definitiva, y en francés, hasta 1958, cuando Hausmann vivía en Limoges. El libro tiene como objetivo describir la historia de Dadá, el primer gran movimiento de 'indignados' del siglo XX, surgido de las cenizas de la Primera Guerra Mundial, como «una táctica consciente destinada a destruir y disolver la trasnochada cultura burguesa». Su origen se remonta a 1916, al célebre Cabaret Voltaire, de Zúrich, y a Tristan Tzara (otro visitante de Eivissa, por cierto), a quien le ha correspondido el título de principal fundador.

De Suiza, Dadá se traslada a Berlín de la mano de Huelsenbeck, y en 1918 se funda en esta misma ciudad el Club Dadá, con la intervención decisiva de Raoul Hausmann. Pero cuando éste inicia la escritura de ´Correo Dadá´ ya ha llovido mucho y sobre el movimiento artístico se han realizado exposiciones retrospectivas (en el MOMA, por ejemplo), se han editado catálogos y se han escrito comentarios en muy diversos libros de arte.

Hausmann, que ha leído todos estos escritos, tiene mucho que decir al respecto, y puede decirse que el origen de ´Correo Dadá´ es precisamente éste: la necesidad de corregir muchas opiniones y de contar la ´verdadera´ historia del dadaísmo. Por esta razón, en el libro, su autor se ocupa sobre todo de reivindicarse a sí mismo como protagonista del movimiento y de señalar la importancia del Club Dadá de Berlín. A Hausmann le interesa dejar muy claro sobre todo su papel en el movimiento como inventor de la técnica del fotomontaje (que algunos críticos habían atribuido a Max Ernst), así como de la poesía fonética. Sobre esta última actividad, Hausmann reconoce que, antes de él, ya se habían dado pasos importantes (¡desde Góngora!), pero que él no conocía ninguno cuando empezó.

Más allá de las reivindicaciones personales, ´Correo Dadá´ es interesante también porque en él se publican los manifiestos dadaístas que el propio Hausmann escribió, documentos de suma importancia en la historia del movimiento, comenta los que escribieron otros y reflexiona sobre el papel que desempeñaron otros artistas como Franz Jung o Kurt Schwitters. Sobre su relación de amistad con este último y los proyectos que llevaron a cabo conjuntamente se extiende con más detalle, ofreciendo un retrato muy peculiar del gran artista de Hanóver.

Entre la biografía y el ensayo, ´Correo Dadá´ es un magnífico documento para comprender mejor los entresijos fundacionales y la evolución del dadaísmo, movimiento del que «nació el arte abstracto, el constructivismo y el surrealismo», siempre desde la óptica, más subjetiva imposible, de uno de sus protagonistas estelares, Raoul Hausmann.

Los viajes de Benjamin

´Denkbilder. Epifanías de viaje´, de Walter Benjamin, recoge los comentarios viajeros del autor, textos breves en su mayoría, escritos en los lugares del viaje: Moscú, Nápoles, París, San Gimignano, Marsella, Eivissa... La palabra alemana Denkbilder es prácticamente intraducible y los editores han decidido dejarla en su idioma original, añadiendo un subtítulo (´Epifanías de viaje´) que se corresponde muy bien con el contenido del libro.

En otros lugares, esta misma palabra se había traducido como «imágenes de pensamiento» o «pensamiento de imágenes», sintagmas aproximativos pero de ningún modo exactos. Hay que decir, sin embargo, que esta edición de El cuenco de plata es la misma que en 1992 publicó Imago Mundi, editora también argentina, con la misma traducción de Susana Mayer. Aquella edición llevaba el título de ´Cuadros de un pensamiento´, que ahora ha sido eliminado.

Los textos de este libro son deliciosos, ejemplos del talento literario de Benjamin y de su poder de observación. Como siempre, su autor sabe decir algo original, nunca dicho anteriormente, sobre los lugares que conoce, los objetos que toca, los paisajes que admira, las personas con las que habla. Y por supuesto, hay que destacar los textos ibicencos. En primer lugar la llamada ´Serie de Ibiza´, que en las Obras Completas que está publicando actualmente la editorial madrileña Abada se traduce como ´Serie ibicenca´, y en la primera traducción al español que se realizó de este mismo conjunto de textos, en el libro ´Teoría(s) de Ibiza´, editado por Libros de la Gorgona, se tradujo como ´Suite ibicenca´. Aquí, en esta serie, se encuentra uno de los textos más emblemáticos de su viaje a la isla, el titulado ´Espacio para lo valioso´, donde describe el carácter desnudo y austero del porxo de una casa payesa.

Pero, además de esta ´serie´ de textos breves, hay otros escritos ibicencos, como el titulado ´Al sol´, una extraordinaria excursión por el interior campesino de la isla. Y otros textos que, aunque no tratan de Eivissa, fueron escritos igualmente durante sus estancias en la isla: ´Autorretratos del soñador´ y la serie que da título a todo el libro: ´Dekbilder´.

Una buena oportunidad para conocer al Benjamin viajero y muy especialmente al filósofo que observó y describió Eivissa.