La mayor ovación de la mañana fue para Darío, de 17 años, y su compañera Noemí, de 15 años, los diseñadores del nuevo logotipo del colegio público Guillem de Montgrí, que mostraron su satisfacción por el reconocimiento. Los chicos, dos de los seis que reciben algunas clases en las aulas de integración de este centro educativo de Sant Antoni, tuvieron una brillante idea para el logotipo: una especie de cometa que sujeta una mano que vuela hacia el cielo.

«Es muy original, la mano necesita el viento para levantarse, al igual que los alumnos con necesidades educativas especiales», explicó orgullosa en su discurso María Roldán, la tutora de los dos cursos que cuentan con unidades específicas de currículum propio (aulas UECP), una de Primaria y otra de Secundaria. El nuevo logotipo será utilizado a partir de ahora en todos los documentos oficiales del centro educativo.

«No es una barrera»

«La discapacidad no es una barrera, todo lo contrario, siempre hay posibilidades para el aprendizaje, trabajamos para la integración», comentó emocionada la maestra. Los chicos recibieron como premio un cheque-regalo que pueden canjear en un establecimiento comercial.

El colegio Guillem de Montgrí se fundó en 1986 y fue pionero en la isla en integrar a los estudiantes con dificultades de aprendizaje a comienzos de los 90, según explicó su director, Javier Rey. Veinticinco años después, los casi 250 alumnos de Infantil, Primaria y algunos de Secundaria reciben el mismo trato. Los estudiantes con necesidades especiales comparten estudios con sus compañeros. La única diferencia, que reciben algunas clases específicas en las aulas UECP.

El equipo directivo pensó que un cumpleaños tan especial era un buen momento para celebrar una fiesta, a la que se apuntaron casi todos los estudiantes, las madres y padres y hasta algunos exalumnos, que rememoraron con nostalgia momentos pasados.

Después del emotivo descubrimiento del logotipo, pintado por Paco y José Juan, dos padres de alumnos, en una pared del patio, se procedió a la entrega de orlas a todos los equipos directivos de la historia del centro.

Discursos y ´ball pagés´

Los asistentes disfrutaron con la exposición de fotografías y vídeos que recoge los mejores momentos de los 25 años del colegio. Después de los discursos del director y de los jefes de estudios llegó el momento del ball pagés, a cargo de la Colla de Buscastell, en la que bailan algunos alumnos y exalumnos.

Mientras varios chavales jugaban al fútbol sala y al baloncesto otros disfrutaban con la actuación de un payaso. Además, el colegio ofreció un aperitivo a los asistentes, consistente en patatas fritas, frutos secos y bebidas sin alcohol.

El buen tiempo colaboró para que la fiesta fuese un éxito. El colofón lo pusieron los integrantes del grupo de pop-rock Kasiqno, integrado por Alberto Solà como cantante y guitarra, Alejandro Castellano al bajo, José Balboa como guitarra solista y Carlos Gallego en la batería.

Solà, un exalumno de solo 15 años, lidera este grupo y ayer se mostraba emocionado de regresar al colegio para la segunda actuación de su banda en Ibiza, después de su paso por el concurso Festerra de Sant Jordi. Tenían previsto interpretar varias canciones en castellano y en catalán, entre ellas ´La meva terra es el mar´ y ´En un instant´.