Josep Triay Nadal llegó ayer puntual a la convocatoria del Fòrum per sa Memòria d´Eivissa i Formentera para cumplir una promesa que le hizo a su padre, Josep Triay Camps, exprisionero republicano que fue recluido en el campo de concentración de la Savina, conocido como sa Colonia. Sabía que se iba a emocionar y no pudo contener sus sentimientos cuando relató lo que su padre, fallecido hace dos años a los 93 años, le había contado sobre las condiciones en las que pasó varios meses, en el año 1940, en Formentera. Josep Triay afirma que según su padre el campo de concentración de la Savina, abierto entre 1940 y 1942, fue «el más duro por el que pasó». Y lo certifica con una frase que le transmitió: «Quién haya estado allí ha conocido el infierno».

Josep Triay apuntó que su padre estaba «muy ilusionado en volver» pero que su avanzada edad se lo impidió. Por esa razón, y «en su memoria», decidió aprovechar la ocasión y realizar el viaje «para conocer el lugar en el que sufrió tanto». Cuando falleció, Josep descubrió mucha documentación que guardaba su padre, zapatero de profesión y una persona culturalmente inquieta. Entre sus papeles halló manuscritos en los que describe las condiciones de vida del campo de Formentera.

Entre esos textos, Josep Triay Camps cuenta: «Primero comían los cerdos y luego nosotros». Asimismo, su hijo describe el testimonio más duro que recogió: «Cuando los guardias iban a hacer sus necesidades orgánicas, había algunos presos que luego rebuscaban para encontrar algún resto de lenteja o alubia mal digerida». También guarda con especial cariño los resguardos que su abuela enviaba a su padre de «10 y 15 pesetas para que pudiera subsistir ante las precariedades de esos tiempos».

Josep Triay Nadal, junto con Bárbara Burgass, fueron los encargados, al final del homenaje organizado por el Fòrum per sa Memoria, de lanzar a s´Estany des Peix una corona de flores en recuerdo de los presos.

Al acto de homenaje asistió medio centenar de personas, entre ellos varios conseller de GxF y del PSOE, incluido el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, que leyó uno de los poemas que Carmelo Redondo escribió para la ocasión.

El historiador Santiago Colomar fue el encargado de leer el manifiesto con motivo del ochenta aniversario de la proclamación de la II República. El texto incide en el modelo de educación laica que promocionó la República española como motor del cambio social, «lo que impulso la escuela pública liberada de los servilismos de la religión».

Más adelante, Colomar recordó lo que supuso el campo de concentración para centenares de familias sin olvidar a los 58 hombres, la mayoría de ellos extremeños, que murieron de hambre entre sus muros y que están enterrados en una fosa común del cementerio de Sant Francesc.

Premios ´14 de abril´

Por su parte, el historiador Artur Parrón, portavoz del Fòrum en Formentera, aprovechó el acto para lanzar un claro mensaje a los políticos para que preserven la memoria de lo que supuso sa Colonia. Tras leer su intervención, hizo entrega testimonial de uno de los premios ´14 de abril´, instituidos este año por el Fòrum, a Joan Colomar Peret, de 98 años de edad y que no pudo asistir por motivos de salud. Colomar, un anarquista que sufrió la represión franquista, en democracia siempre se distinguió por su compromiso político y humano.

En cambio, Joaquin Francés, periodista de 78 años, sí pudo recoger de manos de Pedro Martín la carpeta con los grabados que David Aguilera ha realizado con motivo del ochenta aniversario de la II República.