Los amantes de la escalada deportiva disponen desde ayer de un espectacular rocódromo al aire libre en el centro urbano de Sant Antoni, en la plaza des Coixet. Con forma de barco, tiene tres metros de altura, y 400 presas colocadas a lo largo de sus 140 metros cuadrados de superficie. La estructura, de 18 metros de longitud, ha sido diseñada por Alejandro Pellegrino Arrieta, experto en este deporte, y está formada por una estructura de hierro, madera de contrachapado marino y acabado con una resina de poliéster con textura.

Apenas concluido el discurso inaugural del alcalde, José Sala, decenas de chavales empezaron a subirse al bloque para practicar, calzados con sus pies de gato, el boulder, siempre con colchonetas (crash pad) en el suelo para amortiguar las caídas, a pesar de que la instalación cuenta con un acolchado extra para que los impactos sean lo menos graves posibles. Por esa misma razón, Pellegrino ha optado por reducir la altura de la estructura a tres metros.

El rocódromo ha costado 141.000 euros (pagados con dinero del Fondo Estatal de inversión local) y una de sus principales impulsoras ha sido la gerente de Deportes de la localidad, Neus Mateu, quien conocía este deporte desde que era jefe de estudios en Sant Agustí, donde se instaló uno de menor tamaño: «Les encanta a los chicos, les motiva mucho y es un deporte muy completo», explicó esta aficionada al piragüismo y al nordic walking.

«Compañeros atentos y solidarios»

Aunque es el más grande de Balears para la escalada en bloque (y de hecho albergará próximamente el campeonato de las islas de esta modalidad), Pellegrino advierte de que en Asturias los hay de 1.000 metros cuadrados y 30 metros de altura. Eso sí, no están abiertos al público como el de Sant Antoni. Por esa razón, advierte de que es necesario ser precavido a la hora de practicarlo y escalar siempre junto a «compañeros atentos y solidarios» que le apoyen y protejan, por ejemplo, desplazando las colchonetas a medida que se desliza de presa en presa.

Todo el rocódromo ha sido pintado por Karina d´Anchú, de 24 años, tarea en la que ha empleado 20 días. Es su primer mural y para decorarlo ha utilizado spray (especialmente para los dibujos de peces y seres fantásticos) y pintura sintética. Practicante también de escalada, se ha servido de la técnica del automatismo surrealista para colorear los 140 metros cuadrados de la superficie de esta especie de enorme barco varado en el fondo marino.

El alcalde reconoció que el rocódromo no ha hecho mucha gracia a algunos vecinos, aunque aseguró que si comprueban que causa molestias, el Ayuntamiento «actuará en consecuencia».