Albert Prats, considerado durante toda esta legislatura como el más fiel aliado de Tarrés en las filas de ExC, se ve ahora liberado de la disciplina a que obligaba el pacto con los socialistas y critica abiertamente la «cobardía» territorial del PSOE durante estos últimos cuatro años.

—¿Cuáles son las expectativas electorales de ExC, una vez que ha perdido gran parte de sus integrantes y su peso inicial?—Bueno, yo creo que no es así. Aquellos que dicen que hemos perdido gran parte de nuestro peso lo dicen porque les interesa y porque se han ido. Pero si miramos la asamblea de anteayer, con unos 80 participantes, comparando esta cifra con asambleas de otros partidos más grandes, creo que no hemos perdido ese peso. No quiero poner un número de las expectativas que tenemos. Queremos aplicar nuestro programa y defenderlo ahora sin ninguna traba por condicionantes impuestos por partidos ajenos a nosotros, y con el aval del trabajo que hemos hecho las personas que estamos en este proyecto durante los últimos cuatro años.

—¿Qué trabas serían esas a las que se refiere?—Una vez que Eivissa pel Canvi había pactado con el PSOE, no teníamos la libertad para defender su ideario al cien por cien, sino que debía hacer un ajuste de su ideario al programa común y poder pactar con el PSOE. Ahora tenemos más libertad y podemos ir a por todas con el programa. Por ejemplo, nosotros no escondemos nuestro discurso territorial, no ocultamos nuestra opinión sobre otros aspectos de la política insular como hacen otras formaciones, que buscan el máximo rédito electoral. Nosotros ahora tenemos la libertad de decir claramente lo que defendemos, y que el ciudadano elija lo que prefiera.

—Por tanto, las diferencias sobre política territorial han sido las que han frustrado un acuerdo con el PSOE...—Está muy claro que el equipo de gobierno del Consell, que es el que más conozco, era muy sólido hasta el verano pasado. Algo pasó desde entonces y se ha ido deteriorando...

—Lo que sucedió debió ser la paralización del PTE...—Sí, el PTE, por ejemplo. Asumiendo que el PTE tal vez debía cambiarse en alguna cosa en la fase de alegaciones, lo cierto es que era compartido en sus puntos principales. Cuando el PSOE decidió acabar con este tema, estoy seguro de que nunca calculó sus repercusiones. Altos dirigentes del PSOE se dirigieron a mí preguntándome qué hacer para que, una vez retirado el PTE, el tema no estallara de manera demasiado fuerte. Yo les dije que no podíamos asumir eso y que tenían que respetar a sus socios de gobierno. No lo decidieron así. Creo que nunca calcularon el impacto de una decisión unilateral y cobarde como fue esta.

—¿A qué atribuye la marcha de gran parte de los integrantes originales de ExC, que ahora han creado además sus propios partidos?—Bueno, la izquierda siempre ha sido muy difícil de integrar, ya lo sabemos. Cada uno tiene su parcela. ERC y ENE han apostado más por el nacionalismo, mientras que ExC tiene una visión más sencillamente progresista y ecologista y no apunta tanto hacia estas vertientes. Esto ha provocado tensiones en la formación y algunas opciones han iniciado su camino para poner más el acento en estos aspectos.—¿Quién tiene ahora más peso en ExC, Esquerra Unida o los independientes?—Yo creo que los independientes. Lo más importante es que compartimos el programa, lo hemos hecho en sintonía, las asambleas son pacíficas y funcionan. Hay más presencia de independientes que de EU.

—¿Quién tiene ahora más peso en ExC, Esquerra Unida o los independientes?

—¿Qué tipo de perfil quiere que le acompañe en su lista al Consell?