El Ayuntamiento de Ibiza ya ha puesto en marcha el nuevo sistema de iluminación, con 5.000 nuevas farolas con tecnología LED (diodos luminiscentes que no emiten calor, con lo que desperdician mucha menos energía y tienen una vida útil mucho más larga) y vapor de sodio de bajo consumo, lo que reduce a la mitad el consumo por habitante y permitirá un ahorro del 25 por ciento en la factura de la luz (90.000 euros anuales menos).

Con las nuevas farolas, el consumo ha pasado de 116 kilovatios por habitante a 61, por debajo, además, del objetivo marcado por el Gobierno central en 2012, que es de 75 kilovatios por habitante. «Nosotros lo superamos ya en un 20 por ciento», destacó la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, en una multitudinaria rueda de prensa con la presencia de Joan Pons, director general de Citelum Ibérica, la empresa adjudicataria de la instalación y mantenimiento del nuevo sistema de iluminación de Vila durante 20 años, y otros representantes de la misma empresa y de los fabricantes de las farolas.

Pons calificó este sistema de iluminación, que ya se presentó a principios de la legislatura, de «pionero en Europa» y «un ejemplo a seguir por todas las ciudades». De hecho, la alcaldesa indicó que Ibiza es «la ciudad que cuenta con más farolas con tecnología LED de toda Europa». La empresa adjudicataria ha instalado, con una inversión de nueve millones de euros, 2.500 farolas con tecnología LED más otras 2.500 luminarias de vapor de sodio, también de bajo consumo, aparte de 65 cuadros de mando desde los que mediante un sistema de telecontrol se puede regular el flujo de iluminación y cuánto se quiere ahorrar. Citelum controla desde un centro los cuadros de mando y el Consistorio también puede acceder al mismo a través de Internet. El cuadro de mando de la Avenida de España permite, por ejemplo, regular la iluminación una a una de cada farola.

El uso de esta tecnología permite ahorrar 706.705 kilovatios al año y 90.000 euros al año en la factura de la luz. Cabe tener en cuenta que la empresa adjudicataria se comprometió a pagar los recibos de la electricidad. Este gasto se incluye en la contrata de 20 años que el Consistorio adjudicó en 2008, y por un plazo de 20 años, por un coste de 24 millones de euros (también se incorporan los nueve millones de inversión de la nueva tecnología instalada).

Este sistema también permite disminuir los gastos de mantenimiento de las farolas en un 20 por ciento, dinero que, según explicó la alcaldesa, se destinará a amortizar la inversión efectuada. El ahorro energético también permite reducir las emisiones de dióxido de carbono en 534 toneladas al año.

El concejal de Medio Ambiente, Joan Rubio, explicó que todas las farolas previstas se habrán instalado en el plazo de un mes y que, pese a ello, se presentaron ayer los resultados del plan porque inicialmente se había calculado que ya se habría ejecutado al cien por cien

Citelum Ibérica ha sustituido la mayor parte de las farolas de la ciudad, cuyo número total ha aumentado un cinco por ciento, aproximadamente.

La empresa ha adaptado el nuevo plan de iluminación a las necesidades de cada barrio. Por ejemplo, las 300 farolas del paseo marítimo se han reducido por 120, aunque más eficientes. Costa explicó que el Consistorio había recibido críticas por sustituir las farolas de la ciudad en plena crisis, pero justificó que, aparte del ahorro energético, la inversión resulta más económica que la reparación de los puntos de luz que han quedado obsoletos.