Un hombre agredió, sin motivo aparente, a nueve hombres y tres mujeres con un cuchillo de cocina y con una maza de madera, ayer entre las 12.45 y las 13.15 horas en el centro de Sant Antoni. Cuatro de los heridos fueron dados de alta pero ocho permanecían al cierre de esta edición ingresados en el hospital Can Misses, aparte del agresor, que también resultó herido puesto que se autolesionó. De los ocho ingresados, tres (dos hombres y una mujer) estaban en la unidad de cuidados intensivos. Su estado era crítico, aunque no se temía por su vida, según informó un portavoz del Ib-Salut.

La secuencia de las agresiones comenzó alrededor de las 12.45 horas, cuando el servicio de emergencias del 112 recibió una llamada de un vecino de Sant Antoni, que les comunicó que le habían acuchillado en la calle del Mar.

Seguidamente el presunto agresor, Mohamed E. B., marroquí de 41 años de edad, según la información facilitada por la Guardia Civil, entró en el supermercado Suma, en la calle Alicante, del que es cliente habitual (reside en el municipio desde hace años). Sin mediar palabra, primero apuñaló a un hombre que trabaja como reponedor, que quedó tendido en el suelo entre un charco de sangre. A continuación, el agresor clavó el cuchillo (no muy grande, de los que se utilizan habitualmente para cortar carne, según explicó el alcalde José Sala en rueda de prensa), a una cajera.

El segundo encargado del supermercado Suma salió en persecución del agresor, pero también recibió una puñalada. Seguidamente Mohamed E. B. se dirigió hacia el hostal-tienda de comestibles Micaló, donde acuchilló a sus propietarios, un matrimonio formado por Antonio Micaló y su mujer. El atacante vivía precisamente en este hostal desde que fue desahuciado de su vivienda.

En lugares no determinados de las calles Valencia, del Mar y Progreso fueron agredidas siete personas más.

Diez de las agresiones las cometió Mohamed E. con el cuchillo de cocina y otras dos con una especie de tronco acabado en una raíz, según explicaron por la tarde el alcalde José Sala y la directora insular de la Administración del Estado, Sofía Hernanz.

El 112, que recibió numerosas llamadas de los agredidos y de los vecinos que presenciaron el suceso, movilizó a la Policía Local de Sant Antoni y a la Guardia Civil. Todos los agentes locales y todos los del instituto armado que estaban trabajando a esa hora en el municipio se desplegaron de inmediato en el centro de la localidad. Finalmente, consiguieron acorralar al atacante en la calle Mossèn Ribas. Sin embargo, lejos de deponer su actitud, se resistió violentamente a la detención y arrojó el tronco de madera que portaba contra el pecho de uno de los agentes de la Benemérita. Antes de ser arrestado, se autolesionó infligiéndose cortes en la parte izquierda del cuello con el cuchillo, que también se clavó varias veces en el costado izquierdo.

Por último, los agentes lo redujeron y fue trasladado al hospital Can Misses, donde quedó ingresado con vigilancia policial. Cuando sea dado de alta será puesto a disposición judicial.

Mientras tanto, las ambulancias iban y venían desde el hospital Can Misses hasta Sant Antoni, para transportar a los heridos más graves. Varios de los agredidos (entre cuatro y siete según diversas fuentes) fueron atendidos en el Centro de Salud de Sant Antoni, donde se instaló una especie de hospital de campaña. Algunos fueron trasladados posteriormente a Can Misses.