«Venga, a animarse, que tenemos más de noventa ahora a la vez en el cielo». Toni Torres, con su micrófono, instaba a los participantes a echar al cielo sus cometas y batir el récord de 190 volando a la vez que registraron en 2005. Pero la cosa no estaba fácil. La participación fue muy alta, a media mañana tenían 350 inscritos y todavía había decenas de familias haciendo cola para registrarse, pero el viento no soplaba con mucha fuerza, así que muchos estels de dos cuerdas o de más peso lo tenían complicado para sostenerse en el aire durante mucho tiempo.

Aún así, el cielo de ses Variades se llenó de puntos de color de los más variados motivos, aunque la gran mayoría tenía forma de estrella y ala delta, ya que fueron dos de los modelos que se han trabajado en los talleres que dirige Pepín Valdés y que organiza el colegio público Guillem de Montgrí junto con el Ayuntamiento de Sant Antoni y el apoyo de Sa Nostra, responsables también de la diada. Precisamente una estrella con cintas y pegatinas brillantes era la obra de Carla Torres Cabello, de siete años, que intentaba, con la ayuda de su madre, mantenerla en vuelo los quince minutos precisos para recibir la camiseta que certifica la participación en la convocatoria.

«No es un concurso pero sí nos gusta premiar que mantengan la cometa volando el mayor tiempo posible para que se junten muchas a la vez», explicaba Torres. «Empezamos 18 locos de las cometas y mira ahora, vamos a superar los 400 inscritos y por cada uno vienen varios familiares o amigos, con lo que ahora somos más de 2.000 personas», decía, orgulloso de la iniciativa que está enraizada en Sant Antoni.

Un grupo de padres y madres de alumnos de 6º de Primaria del colegio Guillem de Montgrí prepararon deliciosas tartas y aperitivos salados para recaudar fondos para el viaje de estudios de los chavales a los Pirineos. «La idea era que nos ayudaran los pequeños a vender las porciones pero se han ido a hacer volar sus cometas», explicaba Nieves Tur, conocida en el cole como ´La madre de Eva´.

Fauna en las alturas

En la punta de ses Variades y es Caló des Gànguil se pudieron ver flamencos como el de Marta Palacios, que trataba de echar a volar el pájaro ayudada por su padre, Eugenio, que hace más de diez años que participa en ´Posa un estel al cel´. Además había medusas, spidermans, nemos, pulpos, pájaros, máscaras e incluso algún abuelo intentando hacer volar una cometa de las omnipresentes Princesas Disney. «Más alto, más alto», gritaba la pequeña Sandra a su padre, que daba hilo y mas hilo a la clásica cometa en forma de rombo. «Le he dibujado un Bob Esponja pero desde aquí abajo ya no se ve», explicaba sonriente.