El Instituto de Turismo de España (Turespaña), la empresa pública que construye el Parador, abrió ayer por fin las puertas del Castillo para mostrar los ´tesoros´ arqueológicos descubiertos a finales del año pasado. Sin la presencia de los arqueólogos ni ningún representante del Consell, el director de la obra, el arquitecto Jordi Carreño, explicó sobre el terreno de qué manera afectan al proyecto los hallazgos desenterrados en el patio de armas (restos de la estructura de la ciudad fenicia) y en la Casa del Gobernador (más restos de la antigua ciudad fenicia, más otros restos de construcciones púnicas y la planta de un templo romano).

Las obras están paralizadas en estos dos espacios capitales del futuro Parador a la espera de que se pronuncie la Comisión Insular de Patrimonio Histórico-Artístico (Ciotupha) del Consell, sobre las propuestas planteadas por Turespaña para compatibilizar la conservación de los hallazgos arqueológicos y la reanudación de los trabajos.

La aparición de las estructuras de la antigua ciudad fenicia, el eslabón histórico (el primero, además) de Dalt Vila que aún no se había descubierto, obliga a cambiar el proyecto de los accesos al Parador desde el túnel subterráneo que se construirá en es Soto, entre los baluartes de Sant Bernat y Sant Jordi. La boca del ascensor iba a salir justo en la zona donde se ha desenterrado el yacimiento. Para conservarlo, se desplazará la salida 15 metros hacia el norte del patio de armas (la longitud del recorrido del ascensor será de 35 metros), en otro espacio en el que las prospecciones arqueológicas han dado resultado negativo. En esta zona la roca madre se encuentra a apenas 10 centímetros del pavimento del patio (la roca sigue una pendiente ascendente). La salida del ascensor quedará a una cota de cuatro metros y medio por debajo del suelo del patio. De allí, comunicará a través de dos ramales con el edificio Paulet (Oeste), donde se ubicarán la cocina y los servicios, y la Casa del Gobernador (Este), en la zona en la que se ubicará la recepción del Parador. Este último paso (también bajo el suelo) atravesará una cisterna de doble bóveda de época renacentista, que puede servir de espacio de exposiciones y que inicialmente no iba a utilizarse para nada. La cisterna conectará con la recepción a través de otro ascensor.

El arquitecto explicó durante la visita que esta alternativa es «la mejor posible» y destacó que «encarecerá» el proyecto, aunque no quiso desvelar «los grandes números» que se manejan. «La viabilidad de toda la operación depende de la Ciotupha. Si no es viable, no tendremos aparcamiento», advirtió el director de la obra. Carreño indicó que las obras se retrasarán «bastante» a causa de la incorporación de los descubrimientos arqueológicos al proyecto. A modo de ejemplo, apuntó que la tramitación administrativa que comporta cualquier hallazgo supone cada vez una demora de «tres a cuatro meses». Las obras empezaron en abril de 2009, con un plazo de ejecución de 30 meses. El presupuesto inicial era de 13 millones más otros cinco millones por el proyecto del aparcamiento subterráneo y su conexión con el Parador.

Renacimiento contra Roma

La parte más peliaguda del proyecto se encuentra en el interior de la Casa del Gobernador, donde se ha destapado la planta del templo romano (los arqueólogos consideran que estuvo en uso entre finales del siglo I a.C. y el I d. C.). Está orientado de Este a Oeste con una longitud máxima de 16,1 metros y una anchura de 5,8 metros, que aumenta hasta 8,8 metros si se suma el espacio que ocupan las gradas laterales (1,5 metros por cada lado). El área de uso era de 62 metros cuadrados. Parte del muro de uno de los laterales del templo se encuentra justo debajo de una de las fachadas de la Casa del Gobernador y, según recalcó Carreño, forma parte de su propia cimentación.

Para levantar el patio interior, en cuya fachada sur está previsto reconstruir el antigo doble arco de época renacentista, se han previsto cinco pilares de apoyo, en los que se han insertado ya los micropilotes. Algunos pilares se han de asentar sobre parte de los muros laterales del recinto romano. Carreño subrayó que el patio interior era una de las ´joyas´ del Castillo, y que ahora ha quedado eclipsado por el templo.

En este punto radica el debate que se ha abierto ahora. «¿Qué es más importante: el patio con la arquería o lo que ha salido ahora?», pregunta el propio director de la obra. En todo caso, el arquitecto defiende que ambas cosas son «compatibles» y, por ello, ha solicitado autorización al Consell para seguir adelante con la reconstrucción del patio. Carreño sostiene que, posteriormente, para trazar el proyecto de museización se podrá seguir excavando el templo y concretar qué se puede conservar y exhibir. El director de la obra indicó que no es posible otro tipo de cimentación aunque señaló que el sistema utilizado (los micropilotes insertados a siete metros de profundidad, algunos dentro de los muros del templo) es «el menos impactante».

Carreño advierte de que la perspectiva global del perímetro del templo «solo es visible ahora». Una vez que se reconstruya el patio interior, que conecta con la recepción, solo se podrá ver el antiguo recinto romano en partes. El arquitecto explicó que la decisión de reconstruir el patio interior compete a Turespaña, que es la propietaria del Castillo, aunque toda actuación sobre los restos arqueológicos debe contar con la autorización del Consell.

Los miembros de la ponencia técnica de la Ciotupha coincidieron el martes en que se debe seguir excavando la zona del templo antes de resolver qué cambios se incorporan al proyecto, pero dejaron la decisión sobre la mesa a la espera de la reunión que mantendrán la próxima semana sobre el terreno. El yacimiento del patio de armas (la ciudad fenicia) ya ha sido excavado (se ha alcanzado la roca madre), pero se extiende lateralmente hacia la Casa del Gobernador, donde se han detectado restos calcados. Carreño indicó que esta decisión se adoptará con el proyecto de museización.