El programa de recuperación del porc negre de Formentera y Ibiza se inició el año pasado con cinco fincas colaboradoras. Una de ellas, Can Jaume d´en Sala, es de Formentera, y las otras restantes de Ibiza: Ses Hisendes de Cala d´Hort, Ca na Berri, Cas Orvais y Can Sendic de es Cubells.

Este año la lista se ha ampliado con la incorporación de algún nuevo animal en las fincas de Es Ters d´en Costa, Can Pujolatí, La Palmera de es Canar y Can Mosson de Santa Eulària. No obstante el programa, la población de porc negre en las Pitiusas asciende únicamente a siete machos y catorce hembras.

La veterinaria del Patronato de las Razas Autóctonas asegura que cuantos más criadores participen en esta iniciativa, antes podrá concluir. También dependerá del ritmo productivo que sepan aplicar los ganaderos, ya que las hembras de esta raza pueden llegar a criar dos veces al año.

De momento, mientras no se haya recuperado la raza no se podrán sacrificar los cerdos para obtener su carne, puesto que el máximo posible de animales se utilizan para la reproducción. La escasa cabaña existente hizo plantear al patronato de razas la necesidad de aplicar la retrocreación, es decir, el uso de hembras de una raza similar para cruzarlas con machos autóctonos, para después ir seleccionando los ejemplares más característicos de la raza que se va a recuperar.

Inicialmente se pensó en traer hembras sardas de una raza muy parecida, pero no fue posible debido a una prohibición sanitaria del Gobierno italiano. Finalmente se decidió usar hembras del porc negre mallorquín y ésta es la fase que transcurre actualmente.

La asociación de criadores la preside Jaume Yern, de Can Jaume de´n Sala, en Formentera, donde se está construyendo el centro para la recuperación de la raza, con apoyo técnico y administrativo del Consell de la isla.